Hace 30 años, el primer número de LEER llegaba a los quioscos preñado de estimulantes reportajes y sugerencias, muchos de los cuales revisamos, actualizamos o refutamos en el Extra de Verano 2015 de nuestro 30 aniversario que ya está en la calle. Aquel número 1 de LEER comenzaba con una selección de ’50 libros para leer este verano”, «significativa, múltiple y sugerente» a juicio de quienes la realizaron. Hoy, como ayer, y también bajo la advocación de este óleo lector de María Blanchard, hacemos lo propio y ofrecemos nuestra propia cata, que en parte tiene que ver con lo que ha sido LEER en la primera mitad de 2015. Es, pues, repertorio de sugerencias y también un poco balance de un semestre pleno de contenidos y experiencias culturales en Espacio LEER. «Que usted adquiera y lea los cincuenta propuestos puede ser excesivo, aunque jamás sería pernicioso, pero más imperdonable resultará que no se decida a leer algunos de ellos», advertía el redactor con entrañable tono de galeno rural. Lo suscribimos. LEER vuelve en septiembre con más y mejores propuestas, y muchas ganas de seguir celebrando por todo lo alto 30 años de periodismo cultural.
- A punto de cumplirse un año de nuestro encuentro con Michel Houellebecq, el enfant terrible de las letras francesas ha seguido acaparando titulares en todo el mundo. Respecto a Sumisión (Anagrama), del que se ocupó con detalle Aurelio Loureiro en el número de junio, cunde la sensación en la redacción de que flaco favor le hacen las polémicas y escándalos extraliterarios que no hacen sino eclipsar los verdaderos valores narrativos de la obra y su autor. Por cierto, Óscar Caballero cuenta en el Extra de Verano que, con el lanzamiento de la traducción flamenca, Houellebecq se puso flamenco: «Empiezo a estar hasta las narices de este libro».
- Libros de la difusión y aceptación de El nombre de la rosa son capaces de confundir al lector sobre el autor al que se enfrenta. Umberto Eco es un ensayista de fuste que, de vez en cuando, se descuelga con una buena novela. Número cero (Lumen) podría seguir aquella máxima de un tipo de comunicación que ha hecho estragos en determinadas circunstancias: Que la verdad no te estropee una buena noticia. También es una novela sobre el fracaso.
- Con los rigores de este julio, apetece refugiarse en el recuerdo fresquito del invierno, una época de efervescencia editorial con actos de relumbre como la presentación en la librería Alberti de una obra colosal en todos los sentidos para la que es necesario, y merece mucho la pena, un bolso XXL este verano: La Diosa Blanca de Robert Graves (Alianza).
- No puede faltar un autor de culto que, además, también conserva la escarcha invernal de la fecha de su lanzamiento. La esperada novela Mercurius o el matrimonio del Cielo y la Tierra de Patrick Harpur (Atalanta) llegó cuando debía, tras los apasionantes ensayos Realidad daimónica, El fuego secreto de los filósofos y La tradición oculta del alma para completar la panorámica de un autor carismático cuyo hermetismo causa uno de esos extrañamientos maravillosos llamados a calar muy hondo, perdurar e, incluso, crear escuela.
- Órdenes sagradas. Benjamin Black (Alfaguara). John Banville, al igual que otrora hiciera Boris Vian, no hace mucho que empezó a utilizar un seudónimo para firmar muchas de sus novelas. A su predecesor lo comió el seudónimo, pues con el nombre de Vernon Sullivan escribió sus mejores novelas. Sin ánimo de esconderse, quizá por juego, quizá por enredarse con el misterio, Banville se muestra igual de fascinante en las que no firma. Por cierto, este escritor irlandés suena para el Nobel. Estaría gracioso que se lo dieran a Benjamin Black.
- El pasado mes de febrero nos dejaba la noticia de la muerte del periodista estadounidense David Carr, prestigioso columnista de The New York Times. En la Carta desde Nueva York que recibíamos de Julio Valdeón, nos contaba que Carr se desplomaba a las nueve de la noche del jueves 12 de febrero en la redacción, tras moderar, apenas un par de horas antes, un debate en la misma sede del periódico, dedicado al documental Citizenfour que protagoniza Edward Snowden. Valdeón destacaba en el artículo sus «sorprendentes memorias» del libro autobiográfico The Night of the Gun, que, insólitamente, aún no tienen traducción en el mercado editorial español. En estas páginas, «ajustó cuentas con una terrible dependencia del acohol, la cocaína y el crack». De hecho, el título se refiere a «la noche en que un amigo, ciego perdido de estupefacientes, como Carr, acabó apuntándole al pecho o la cabeza con una automática, y resultó que no, que Carr entrevistó al amigo y fue él, el Carr que recordaba el miedo de cotemplar la boca del cañón a un palmo de distancia, quien en realidad apuntó al amigo»…
- Los aniversarios suelen traer curiosidades debajo del brazo. En el caso de un nombre tan imponente como Orson Welles (se celebra el centenario de su nacimiento) no podía ser menos. Mr. Arkadin (Anagrama) es una novela, nada menos, deudora del mundo de obsesiones del cineasta, los magnates, el poder del dinero, el misterio que envuelve a esos personajes que parecen hechos de papel. El propio Welles encarnó a Mr. Arkadin en la película que se hizo entre 1954 y 1955.
- En el número de marzo, Maica Rivera contaba cómo el Premio Nadal 2015 estaba siendo festejado honesta y genuinamente desde el corazón del mundo cultural, “Biarritz era una fiesta” y el galardonado José C. Vales se empeñaba en subrayar que lo más importante era «celebrarlo con los lectores y los amigos». Lo seguimos haciendo, alzamos las copas en honor de Cabaret Biarritz (Destino) una vez más: es un imprescindible este verano. En sus páginas, el crimen de una joven aprendiz de librera es la excusa para profundizar en temas como la recuperación del amor perdido y recrearse en los felices años veinte. Sólo una advertencia: se trata de una lectura muy exigente… porque hace al lector cómplice absoluto del juego literario.
- También en el número de marzo, Marta Caballero conversaba con Jorge Carrión sobre Los turistas (Galaxia Gutenberg). El «versátil hiperescritor catalán», que un mes antes quedaba incluido en la #G30LEER, ponía con esta obra el broche de oro a su trilogía Las huellas, «un verdadero experimento que desafía los límites de la novela, con su complejo tejido de conexiones y formatos ajenos a la literatura». Y dejó su declaración de intenciones, perfecta para abrir boca: «Tengo claro que hay que contar historias de un modo inconformista. Desde Cervantes, la hibridación en la novela es muy común».
- Nuria Barrios es escritora tenaz y de largo aliento que ya cuenta con un buen número de obras que demuestran el importante lugar que cuenta entre nuestras autoras. No hay misterio en sus proposiciones: once, en Ocho centímetros (Páginas de Espuma), un libro de relatos unificado de principio a fin, donde logra explicar lo que no se ve a simple vista de la vida o se confunde con trivialidades.
- Que desde hace un par de años, el Papa Francisco venga aconsejando la lectura de una distopía, sigue sorprendiendo y hace saltar muchos radares, despertando incluso más inquietudes que curiosidades. El 28 de noviembre de 2013, comentó que Señor del mundo de Robert H. Benson (Stella Maris), «casi como una profecía, imagina qué sucederá». Después, el 4 de septiembre de 2014, ensalzó el carácter profético de la obra: «lo que va a venir está también en ese libro». Y el pasado 22 de enero, insistió: «les recomiendo que lo lean, y leyéndolo entenderán a qué me refiero con la colonización ideológica». Por supuesto, en cualquier caso, sobran las razones para acercarse motu proprio a las páginas de Desde las primeras páginas, engancha. Y la escalofriante portada nos provoca ganas de revisar la película El exorcista…
- La aparición de La marca del editor (Anagrama) de Roberto Calasso invita a la reflexión sobre un oficio bajo sospecha en tiempos de Amazon y autoedición. En marzo, P. Unamuno habló en LEER de Hombres fuertes para tiempos blandos, arrojando conclusiones contundentes desde estas páginas: «Para Calasso, el desprestigio generalizado de los mediadores de toda clase ha redundado en cierta desconfianza hacia la figura del editor». Cunde la sensación de que no se le ha terminado de sacar todo el provecho a esta obra, que pide relecturas y más debate.
- Apadrinado por Colin Duriez, Club LEER comenzó su andadura un jueves, como manda la más genuina tradición de los oxonianos Inklings. Fue el pasado 9 de abril, tras las vacaciones de Semana Santa, cuando nos reuníamos en torno a Javier Sierra para hablar de su despertar vocacional como contador de historias y sus rituales como escritor, todo ello ilustrado con divertidas anécdotas y, por supuesto, de fondo la nueva edición de su obra En busca de la Edad de Oro (Booket).
- «Laocoontianos somos y en el camino nos encontraremos», profetiza Jordi Corominas en uno de sus últimos avances de nueva temporada loopoética, para dar cuenta de que su carismático show tiene nuevas fechas confirmadas que le llevarán el 10 de septiembre a la Fnac Triangle de Barcelona, el 18 de septiembre Les tres àmfores de Lérida y el 24 de septiembre a la librería Berbiriana de La Coruña. Hasta entonces, hay tiempo de repasar Laocoonte (Versos&Reversos) y calentar motores con el recuerdo de su presentación madrileña esta primavera.
- Desaprendizajes (Seix Barral) es la sorpresa que dio este año José Manuel Caballero Bonald, después de que anunciase a los medios en 2012 que Entreguerras iba a ser su último título. “De repente me ha brotado una energía nueva que me está haciendo escribir más que nunca”, contó en Espacio Leer el Premio Cervantes durante la presentación de este poemario que pretende ser un “apéndice testamentario” y una suerte de trinchera poética desde donde Bonald critica la realidad contemporánea y la sobrevenida destrucción de la cultura antigua, con un lenguaje que trata de despojarse “de lo consabido y los lugares comunes” por la necesidad del poeta de “aprender de nuevo”.
- Con el cielo a cuestas (Literatura Random House), por mucho que se lo conozca y se sepa de sus requiebros argumentales, Gonzalo Suárez nos vuelve a sorprender. Con los años y el ejercicio de la narración (en cine o en literatura), lo rocambolesco se ha transformado en lo normal cotidiano. Desde que leímos aquella primera frase, “Negros nubarrones se cernían sobre el horizonte”, supimos que la ficción se había convertido en la única realidad creíble.
- Argentino de múltiples territorios, decir Carlos Salem es decir novela negra y humor. Muchos son los premios que ha recibido y, sin duda, recibirá, pues sus adeptos se multiplican. La ocurrencia de sus argumentos juega a su favor. El de En el cielo no hay cerveza (Navona Negra), un asesino en serie que se dedica a matar a conocidos presentadores de tele-basura, muchos lo firmarían.
- Marguerite Duras era una escritora con razones de sobra para el desaliento y en sus obras se refleja, quizá porque su vida, en algunos casos vestida de oropeles, está en ella con suavidad y firmeza con la seda a la piel. La soledad, con un toque de existencialismo providencial, aparece en la novela El parque (Menoscuarto) teñida de una nostalgia conmovedora.
- Como otros periodistas, Fernando Olmeda no ha resistido el tirón de la novela y lo cierto es que no empezó mal, pues ganó el ganó el Premio Ateneo-Ciudad de Valladolid, con Contraseñas íntimas. A seis pasos de ti (Espasa) maneja un puzle cuyas piezas son elementos consustanciales de la literatura: la intriga, el amor y la venganza. Cuando las junta, Olmeda consigue el efecto que quiere y abre nuevos caminos, quizá para la futura novela.
- 1851–1931, casi ochenta años dedicado a los libros, en papel y encuadernados, repujados, con olor a libros y memoria, tal como aún se les conoce y recuerda, a pesar de los vientos contradictorios que nos azotan, Octave Uzanne ya predijo hace siglo y medio que vendrían máquinas para sustituir a los libros y, contando con que era uno de los bibliófilos más reconocidos, pensaba que eso no era un drama, pues, cosa que también pensamos muchos en la actualidad, se publicaba mucha bazofia. El fin de los libros y otros cuentos para bibliófilos (Trama) es un libro que no conviene perder de vista; ideal para el debate necesario.
- ¿Se acuerdan de aquel Gregor Samsa que se convirtió en insecto para alertar de los males que asolarían al siglo XX? Pues bien, este año se cumple un centenario de su metamorfosis, aunque su autor, un tal Kafka que las veía venir al vuelo, prefería llamarla “transformación”, quizá porque Ovidio se había anticipado con su Metamorfosis. El escritor zaragozano Lorenzo Ariza brinda en Samsa (Pez de plata) un homenaje moderno, equilibrado y con tino de narrador al insecto que en muchos aspectos cambió la historia de la literatura. Quizá él nos desentrañe qué tipo de insecto era el viejo Samsa: ¿escarabajo o margarita?
- La conmemoración de los cincuenta años de la muerte de T. S. Eliot en este 2015 se organiza básicamente en torno a La tierra baldía (Lumen), una edición a cargo del crítico Andreu Jaume que ha supuesto uno de los grandes acontecimientos editoriales del curso. Todos los fastos se quedan cortos respecto a la gran figura del poeta pero, de momento –y sólo de momento-, estamos servidos.
- Bonito y sugerente título el de Aidan Higgins, autor irlandés de la estirpe de Joyce, Beckett y compañía. Como buen libro de autoficción, Recuerdos de un pasado que se desvanece (Periférica) revela las contradicciones íntimas de un muchacho (trasunto del propio Higgins) que nace y crece en el seno de una familia católica irlandesa entre las convulsiones nada venales del siglo XX.
- Que se presente Música para feos (Destino) de Lorenzo Silva como «una novela de amor a contracorriente» es suficiente para despertar las ganas de leerla en este tiempo de estío. No por casualidad Silva volvió a ser el mes pasado uno de nuestros autores más queridos y reclamados en las casetas de la Feria del Libro de Madrid.
- Argentina de 1976, Andrea Stefanoni se adentra en las montañas de León, concretamente en el pueblo minero de Boeza para buscar las raíces familiares de su abuela, minera ella también desde casi niña, casada con un perdedor de la Guerra Civil, perseguidos y obligados a emigrar. La abuela civil española (Seix Barral) ofrece una historia común en nuestra Historia, con matices, pero no por ello menos interesante y emotiva.
- Contra las cuerdas (volumen II) de Pablo San Nicasio (Óscar Herrero Ediciones) culmina una laboriosa obra en dos entregas, reivindicativa y muy personal, que brinda un acercamiento muy exclusivo e íntimo a grandes maestros de la guitarra flamenca contemporánea porque se realiza desde la perspectiva comprometida de un guitarrista que ejerce el periodismo. Por estas páginas desfilan, de forma amena y fluida, nombres como los de Riqueni, Cañizares, Vicente Amigo, Josemi Carmona… pero, indiscutiblemente, las piezas estrella son dos entrevistas a Paco de Lucía del año 1971 y 1986, una inédita y la otra, recuperada del olvido. Ha de recordarse que el libro se completa con un primer volumen que incluye confidencias de artistas como Tomatito, Pepe Habichuela, Serranito y Manolo Sanlúcar.
- Si se habla de periodismo cultural (un género que resucita de vez en cuando a pesar de no haber muerto nunca) es inevitable citar al crítico de La Vanguardia Sergio Vila-Sanjuán, hombre de palabra y para la palabra. Una crónica del periodismo cultural (Universidad de Barcelona), como reza el título, es una crónica, no una historia; dado lo cual, aunque no lo abarque todo, lo que trata lo hace con criterio y soltura.
- Luis Goytisolo, académico de la lengua, es un escritor lo suficiente conocido y apreciado como para que interese saber los intríngulis de su quehacer literario. En El sueño de San Luis (Anagrama), que sale en la colección Argumentos, aportando una significación premeditada, rastrea en sus obras la influencia del subconsciente y la pulsión sexual como elementos sustanciales del proceso creativo.
- Tarzán. Héroe de celuloide y papel (T&B editores) es un imprescindible para los seguidores del mito televisivo, Tarzán de los monos, en sus diferentes versiones; también para los que piensan que se trata de un prototipo trasnochado, pues se darán cuenta que la pervivencia de Tarzán no consiste en el personaje sino en ese grito que desde la lejanía de una selva imaginaria hasta nuestros sueños actuales. Eduardo Galán Blanco hace un recorrido apasionado por los distintos episodios emocionales del personaje que se reflejan en una pantalla que, por mucho que cambien las cosas, nunca variará para nuestra mirada.
- Tras disfrutar de la obra Haz clic aquí de José Padilla #G30LEER sobre las tablas, en cuya recomendación no se escatimaron energías desde LEER, queda la gran oportunidad (Inaem) de retomar la experiencia de otra forma no menos interesante y enriquecedora con el texto editado en papel. Siguiendo las propias indicaciones del dramaturgo canario, que lo tiene muy claro y así declaró a LEER: «el teatro no sólo vive efímeramente en los escenarios, también debe leerse».
- Para esas acaloradas noches estivales de insomnio, se prescribe En el Japón fantasmal de Lafcadio Hearn (Satori), un clásico para disfrutar del folclore japonés tradicional y su particular idiosincrasia espectral. Una lectura que bien podría acompañarse, en genuino ritual, de la revisión de la magnífica cinta Más allá (1964) de Masaki Kobayashi.
- Esta primavera experimentamos un flechazo con los clásicos de Austral Singular y sus nuevos ropajes, auténtico amor a primera vista que ahora es buen momento de trocar en romance estival. El título perfecto y más genuino para ello es Moby Dick de Herman Melville, a la ansiosa espera del estreno de la película En el corazón del mar de Ron Howard que se retrasó hasta el mes de diciembre.
- En el número de abril, Javier Morales descubría cómo Clara Obligado exploraba de nuevo los límites entre el cuento y la novela en La muerte juega a los dados (Páginas de Espuma). Se trata de una atractiva lectura de verano, también sugerida al lector más exigente por las elogiosas palabras de José María Merino: «en este libro el lenguaje es un personaje importante que tensa con acierto sus dieciocho excelentes textos».
- Desde que nos regalamos una buena sesión de Hadas y cuentos por Navidad, estas criaturas fantásticas no han dejado de revolotear por las páginas de LEER, virtuales y en papel. Rematando el juego de palabras, Ada del Moral se quedó fascinada ante la más reciente edición de los Cuentos de hadas de Hans Christian Andersen (Libros del Zorro Rojo) que no cesamos de admirar.
- Que llegara acompañado a Espacio LEER por Marian Womack #G30LEER y que el prólogo de su novela venga firmado por Félix J. Palma ya serían suficientes garantías para asegurar una lectura estival que merece la pena, si a estas alturas un experto en el género como Ángel Luis Sucasas lo necesitara. Hacemos seguimiento de La tercera cara de la luna (Nevsky), tras la enriquecedora conversación sobre el fantástico que mantuvimos con autor y editora, y festejar después la segunda edición de la obra.
- Inclinar la cabeza y llorar casi en silencio. Da el tono del libro. Es la frase clave que se destacó en el número de abril para introducir la entrevista a Pablo Ramos sobre La ley de la ferocidad (Malpaso). Prosa de precisión, limpia y directa, en respuesta al anuncio de la muerte del padre. Atención porque es un texto disparado a bocajarro. Promete un viaje sin retorno: el autor asegura no ser el mismo tras la experiencia de estas páginas y el lector sensible a la temática cuenta con todas las papeletas para experimentar una intensidad semejante en el abordaje de la obra. Recordemos que Laura Restrepo dijo que Ramos inventó el realismo místico, ahí es nada.
- En el mismo reportaje, De pie frente a la muerte, fue Lea Vélez el principal hilo conductor con El jardín de la memoria (Galaxia Gutenberg), un libro «del que hay que apreciar el gran mérito de un largo recorrido, privilegio muy infrecuente» teniendo en cuenta la vertiginosa velocidad con la que los títulos pasan por las mesas de novedades, fomentando un tránsito estéril e intrascendente de demasiados libros. Como Joan Didion (El año del pensamiento mágico), Vélez es periodista y encara el fallecimiento de su marido, pero la diferencia fundamental entre ambas es que ésta última no hace «literatura de duelo», en rigor, sino de acompañamiento».
- Harper Lee forma parte de esa minoría de plumas que ha alcanzado el éxito con una sola novela. Matar a un ruiseñor, publicada en 1960, se convirtió en obra de culto en Estados Unidos y Lee consiguió el Pulitzer. Más de medio siglo después, tenemos Ve y pon un centinela (Harper Collins Ibérica), la segunda novela de la afamada escritora, el manuscrito que fue el germen de su exitoso clásico que hubo de reescribir porque su editor le pidió que contara la historia desde el punto de vista de la protagonista cuando era niña. La narración original permaneció perdida hasta el otoño pasado. Con Go Set a Watchman volvemos a la ciudad ficticia de Maycomb, en la década de los 50, con una Scout adulta que visita a su padre. Aunque esta cita aparenta ser una de las habituales, los cambios de la realidad política y social que se hacen difíciles de asimilar provocan irremediablemente que el viaje y la narración entren de lleno en el mundo de los adultos y se deje atrás la niñez y los recuerdos, sin abandonar los pasajes conmovedores y emocionantes, pese a la dureza que esconden.
- Dijo Alberto Sánchez Medina en el número de junio de LEER que el recorrido que propone el filósofo Félix de Azúa, reciente silla H de la RAE, en La invención de Caín (Debate) por algunas de las más idiosincráticas ciudades europeas (más Nueva York) «es un viaje tanto físico como emocional». Nada más adecuando para la fecha, teniendo en cuenta el dato para los más puntillosos: «en esta obra, una revisión de la publicada en el año 2000, Azúa ha eliminado algunos capítulos y añadido bastantes más, para enmarcar el libro en el siglo XXI».
- En el mismo sello, en el mismo número de la revista (incluso dando réplica en página impar) pero de la mano de Ignacio Peyró en esta ocasión, tuvimos un primer acercamiento a Cuando los hechos cambian (Taurus) de Tony Judt. El exhaustivo artículo Escribir lo que debes escribir completa la lectura de esta obra «donde las fijaciones del Judt historiador convergen en la necesidad de volver a pensar el siglo XX en un momento en que olvidamos más que recordamos, negamos la continuidad e insistimos con vehemencia en el que el pasado no tiene nada que enseñar».
- LEER es lo que es gracias a colaboradores de la talla de Ana Merino. Directora del Master de Escritura Creativa en español de la Universidad de Iowa, poeta, escritora de teatro, experta en cómics, de los que habla todos los meses en LEER, acaba de salir muy bien parada en el polémico canon abierto (Visor) de última poesía en español de Remedios Sánchez García, tiene precisamente poemario reciente, Los buenos propósitos, también en este mismo sello, y en clave infantil y juvenil, y es lo que nos ocupa aquí, El viaje del vikingo soñador (Alfaguara), un precioso cuento en verso con ilustraciones de Max, que “atrapa con sus versos apasionados y sencillos”, tal y como señala Ada del Moral en el Extra de Verano de LEER.
- Se nos antoja un momento extraordinario para releer a James Salter, recientemente fallecido, y a quien Julio Valdeón dedica su última Carta desde Nueva York. “Su prosa fulgurante, anudada a tragos cortos, feroz en su limpieza, poseía la extraña capacidad de morder sin casi pretenderlo”, señala nuestro corresponsal en los USA. En la redacción compartimos el entusiasmo y recomendamos particularmente Juego y distracción y la imponente Años luz.
- No apareció a tiempo de tratarlo en nuestro número de abril, dedicado a Cervantes anticipando el cuarto centenario de la publicación de la segunda parte del Quijote: la adaptación realizada por Andrés Trapiello, un trabajo de muchos años, ha aparecido bendecida por el establecimiento académico y cultural. “En la versión de Trapiello la obra de Cervantes se ha rejuvenecido y actualizado sin dejar se der ella misma, poniéndose al alcance de muchos lectores”, asegura Mario Vargas Llosa desde el extracto del prólogo que aparece en la faja promocional del volumen (Destino). Unas pocas líneas que contienen todos los puntos de la potencial polémica que no termina de fraguarse en torno al proyecto del escritor leonés. Apenas un apunte: ¿para qué leer el cervantino teniendo el de Trapiello? Ahí queda dicho. Un libro, en cualquier caso, importante, que hay que leer, valorar y discutir.
- Juan Fernández-Miranda es periodista, joven pero de dilatada trayectoria, que a día de hoy se desarrolla en la sección de Nacional del diario ABC. Su apellido –y cierto parecido en los rasgos de su rostro– delatan su vinculación familiar con el que fue uno de los principales artífices de la Transición, Torcuato Fernández-Miranda. En El guionista de la Transición (Plaza&Janés), su sobrino nieto resuelve la carencia de una biografía de referencia en torno al preceptor del Rey Juan Carlos e ideólogo de la Ley para la Reforma Política en el centenario de su nacimiento, con prólogo, ni más ni menos, del rey emérito.
- Por partida triple recomendaríamos a Manuel Vilas, uno de nuestros prosistas favoritos y que este año está particularmente de actualidad: Premio Generación del 27 de poesía por su conmovedor poemario El hundimiento y Premio Llanes de Viajes con el relato de un fan tras los pasos de Lou Reed en Wild Side España, instamos encarecidamente a la lectura de Setecientos millones de rinocerontes (Alfaguara), un excelente botón de muestra de la literatura de Vilas, con su humor sin par, su talento literario y su capacidad para el extrañamiento con-sentido.
- En coedición de Siruela, Fondo de Cultura Económica y UNAM aparece en España la colección de Cuentos populares mexicanos editada por el narrador y poeta Fabio Morábito tras un exhaustivo trabajo de investigación y recopilación. Más de 125 relatos de las regiones más diversas del país centroamericano, que nos hablan del sincretismo y riqueza de sus tradiciones, y de los mitos comunes que articulan la literatura universal y la fijan a la noche de los tiempos.
- De FCE, un librito especial (esperada novedad en reimpresión) de cálida recepción en la reciente Feria del Libro de Madrid: La intuición del instante de Gaston Bachelard. De Henri Bergson a Albert Einstein, una pieza deliciosa del intelectual francés, cuya edición original data de 1932, en un formato perfecto, precioso y práctico, muy manejable.
- Cada vez con más frecuencia tenemos la suerte de que cierto tipo de ensayos literarios norteamericanos sean traducidos al castellano, lo que demuestra un interés objetivo de los lectores por este tipo de obras tan características del ámbito cultural anglosajón. Debate trae ahora a España una colección de piezas publicadas a lo largo de los años en publicaciones como The New Yorker o NYRB por Janet Malcolm, premio PEN de biografía gracias a su Gertrude y Alice (2009). Cuarenta y un intentos fallidos. Ensayos sobre escritores y artistas, ofrece numerosas y originales claves y sugerencias sobre Salinger, el grupo de Bloomsbury, Diane Arbus, Edward Weston y otros artistas y escritores… Incluso acerca de la serie Gossip Girl.
- El profesor de la UCM Martín Ortega Carcelén, cultivador también de ensayo y poesía, presenta en su novela Camino del aire (Cuadernos del Laberinto) el viaje iniciático de unos niños que le sirve de trasfondo para brindar un retrato desdenfadado de la política y la sociedad. El esforzado carácter jovial se trasluce desde la propia estética de las cubiertas, cuya viveza
- El verano es para las Sirenitas (Berenice, grupo Almuzara), las de Louisa May Alcott que presenta la impecable edición de Óscar Mariscal, con quien tuvimos el placer de compartir la última sesión de temporada de Club LEER. En el icónico sofá rojo, charlamos sobre la peculiaridad de la autora como escritora de género gótico, las seductoras contradicciones que vienen planteando a los lectores estas criaturas extraordinarias y la fascinación que siguen provocando a causa de una larga tradición mítica de compleja evolución a lo largo de los tiempos. ¡Feliz zambullida en los mares literarios!