Internet está en todas partes
Ya es mucho más que una intuición: Internet es probablemente el agente de cambio más poderoso de la historia de la Humanidad. Por su potencia y potencial de transformación de la experiencia humana y por la rapidez con que se ha impuesto en todas nuestras actividades como herramienta, intermediario e indispensable lubricante. Párese, lector, a pensar en una jornada tipo de su existencia hoy y hace cinco, diez y quince años, con los diversos grados de implantación de la Red de cada momento. Saque conclusiones; merece la pena.
Si LEER explicaba en su número de febrero algunas de las más recientes manifestaciones de la revolución digital, particularmente las vinculadas a la implantación de los dispositivos digitales móviles, y de la cual la universalización del uso de Internet forma parte indispensable, ahora llega –desde hoy en librerías– C@mbio. 19 ensayos fundamentales sobre cómo Internet está cambiando nuestras vidas. Se trata del sexto libro de la colección editada desde 2008 por BBVA en sintonía con los Premios Fronteras del Conocimiento que también desde entonces auspicia su Fundación. Como los volúmenes precedentes –Fronteras del Conocimiento, Las Múltiples Caras de la Globalización, Innovación: perspectivas para el siglo XXI, Valores y Ética para el siglo XXI y Hay Futuro: visiones para un mundo mejor–, C@mbio ya está disponible en OpenMind, la comunidad de conocimiento construida bajo el amparo de BBVA con el objeto de extender digitalmente sus contenidos y multiplicar su impacto.
C@mbio consta de cuatro grandes bloques: un primero de presente y prospectiva de la Red –El futuro de Internet–, otro sobre su impacto social –La sociedad, la comunidad y las personas–, un tercero acerca de su importancia económica –La economía, los negocios y el trabajo– y una última sección sobre el efecto en la cultura y sus manifestaciones –La cultura y la comunicación–.
En el primer grupo de artículos, si el profesor de Telemática de Deusto Juan Ignacio Vázquez aborda la eclosión y potencial del llamado Internet de las cosas, su incorporación a toda clase de dispositivos para mejorar su uso y función, Michael Nielsen se ocupa de un aspecto fundamental de esa realidad que es el Big Data y la posibilidad de crear una base de datos global disponible para todo el mundo. David Gelertner, de la universidad de Yale, explica las coordenadas del Internet del futuro, con la información organizada no en función del espacio sino del tiempo. Y el experto en seguridad Mikko Hypponen explica la necesidad de nuevas formas de supervisión y defensa por parte de las autoridades.
Manuel Castells encabeza el segundo bloque con un esclarecedor ensayo sobre la capacidad de Internet para mejorar la libertad de los usuarios y ofrecerles herramientas de poder con que defender su posición, su opinión y sus intereses en las diversas esferas de la sociedad. El escritor y periodista Eugeny Morozov ofrece otro punto de vista al insistir en que Internet no es un fin, sino un medio, y que descuidar las realidades particulares cediendo a una visión indiferenciada y universalista donde la tecnología es el único referente puede llevar a notables fracasos en la predicción y gestión de acontecimientos políticos o evoluciones geoestratégicas. Frente a la idea de un Internet alienante que fomenta el aislamiento de los individuos, con las apps como último caballo de Troya en nuestras debilitadas conciencias, el fundador de Tuenti Zaryn Dentzel defiende las posibilidades de comunicación que ofrecen las redes sociales, y desde el MIT Federico Casalegno pone sobre la mesa un buen puñado de proyectos que usan la Red para transmitir conocimiento y fortalecer los lazos comunitarios. Sin abandonar la función social de Internet, Neil Selwyn estudia sus posibilidades educativas y Lucien Engelen las médicas y sanitarias.
Es la economía, señores; si el presidente de BBVA, Francisco González, destaca en su texto el cambio que Internet ha inducido en los servicios financieros, Yochai Benkler, de la Harvard Law School, analiza cómo la Red está cambiando nuestra forma de trabajar y los flujos de información y Thomas W. Malone (MIT) constata que estamos en los albores de una revolución en la organización del trabajo. Dan Schiller, de la universidad de Illinois, señala por su parte el peso de Internet en la economía estadounidense y el de EEUU en el Internet global, y los problemas supranacionales que esta nueva hegemonía puede acarrear.
Una de las cuestiones analizadas en el número de febrero de LEER, el impacto en la cultura y la nueva alfabetización, es tratada en la última sección. David Crystal habla de “Lenguaje Intermediado Electrónicamente” para bautizar la integración compleja de diversos códigos en nuestra comunicación en red. Desde Princeton Paul di Maggio analiza el impacto de la revolución digital en las industrias culturales, mientras Patrik Wikström ataca el caso particular de la música. Peter Hirshberg explica las transformaciones en el consumo de televisión, el paso del broadcasting de audiencias masivas y consumo familiar al consumo individual y a la carta, y Edward Castronova, profesor de Telecomunicaciones de la Universidad de Indiana, elucida la cultura gamer.
Un año más, BBVA ofrece un informe imprescindible y que más allá de su disponibilidad en la web de OpenMind recomendamos en papel, con la excelente factura chez Turner –último premio nacional de edición–.
CLAUDIO TORNAMIRA
Una versión de este artículo ha sido publicada en el número de abril de 2014, 251, de la Revista LEER (cómpralo en tu quiosco, en el Quiosco Cultural de ARCE, o mejor aún, suscríbete).