M: ¡Oh, qué divertido fue ayer el fin de temporada de Club LEER! David Hernández de la Fuente ejerció de maestro de ceremonias. Guillermo Escolar presidió los misterios eleusinos en Espacio LEER. Como invitados especiales, los apasionados ensayistas Iury Lech, Ernesto Pérez Zúñiga, Hugo Castignani y Frank G. Rubio. Un supergrupo, como los de rock, que partió no la pana sobre el escenario sino el terciopelo rojo en nuestro sofá. En torno a De Orfeo a David Lynch. Mito, Simbolismo y Recepción. Ensayos y ficciones (Escolar y Mayo), una apasionada conversación: poética y muerte, cine órfico, platonismo, Blanchot y la liturgia del no retorno culminada con un minuto de silencio a oscuras en memoria de Eurídice en el Espacio LEER, alrededor de una vela encendida con la forma de la cabeza cortada de Orfeo. Concluimos el ritual bajo ditirambos al son de “Todos somos Orfeo”, reivindicación espontánea contra esos encorsetamientos aburridos a los que un sector académico rancio, pleistocénico y bastante dominante condena este tipo de investigaciones, publicaciones e iniciativas, el mismo que suele arremeter contra chispeantes iniciativas como estas y actúa contra aquellos valientes que defienden una cultura clásica viva y accesible al gran público. En estas coordenadas, “estas reuniones que hacéis son muy subversivas”, sentenció Lech. Recordamos entonces las palabras semejantes de Fernando Rodríguez Lafuente a comienzos del otoño: “Sois la resistencia”. Es el resumen perfecto del espíritu que ha presidido todas estas sesiones de Club LEER que inauguramos en primavera con Javier Sierra. En las que, por cierto, previamente honramos el orfismo literario con Carlos García Gual y FCE.
B: Yo, que soy bastante prosaico y de nuestro tiempo en el peor sentido de la palabra, consiento y asisto admirado a estos aquelarres intelectuales que oficias con admirable savoir-faire. Y será porque me pongo afrancesado –en estas semanas post-terror parisino apetece más que nunca honrar a los hijos de La República con mayúsculas– que me fijo en una de las novedades de Funambulista que cuando apareció en Francia ya nos reportó nuestro corresponsal, Óscar Caballero, en su mensual Carta desde París. Aquellos días que no olvidaré llega con la apariencia y el impulso del gossip refinado: su autor, el cineasta y escritor Santiago H. Amigorena, metaboliza en sus páginas la separación de Julie Gayet, la conocida actriz francesa relacionada con el presidente François Hollande (aunque su nombre sólo aparezca en la faja promocional). Y lo hace agarrado a Apollinaire, evocando sus viajes con ella entre la autoficción y la autobiografía en deliberada confusión. Como en su obra literaria precedente.
M: Ay, jefe, sin dejar de hablar de amor, de seducciones y literatura: te pones a honrar la memoria de un fantasma y acuden ciento. Hace su entrada galante Don Juan Tenorio. Claro, no hace falta ni que preguntes, ¡el de Zorrilla, como debe ser! Nos lo trae Sial Pigmalión, espada y antifaz, ¡me entusiasma! La editorial ensalza los elementos góticos y fantásticos de su poética, nos recuerda en las solapas que la figura del prolífico vallisoletano marcó el momento de auge y nacionalización del Romanticismo en las letras españolas. Aprovechamos la bibliografía reflejada para apuntarnos un par de leyendas más en las que recrearnos durante el fin de semana: A buen juez, mejor testigo (1938) y Traidor, inconfeso y mártir (1849). ¡Me declaro órfica y donjuanista! Ah, no queda aquí la cosa, lo mejor, aparte, es que viene de camino un Byron, también de parte de Sial Pigmalión.
B: Lo de donjuanista se presta a múltiples interpretaciones… Respeto tu rapto órfico y sigo afrancesado. Otra traducción relativamente reciente de un libro que ya comentara en su versión francesa nuestro Caballero de París. El prestigioso sociólogo Jean-Claude Kaufmann ofrece en Identidades (Ariel) una aproximación novedosa al problema de los fundamentalismos que anidan en las sociedades avanzadas. Para Kaufmann, el argumento religioso esgrimido por los terroristas de París es sólo el más sangriento de los muchos que articulan las numerosas identidades fundamentalistas, de naturaleza religiosa o política, que nos rodean. Y que tienen su origen en la capacidad de protección que su carácter sectario ofrece a los individuos débiles e inseguros en un entorno de individualismo radical y creciente incertidumbre. Hay que leerlo.
M: Yo sigo acomodada en los finales del siglo XIX. Un Lewis y un club selecto. Pero no es Clive Staples ni Club LEER, sino el escritor estadounidense Sinclair Lewis pronunciándose sobre la ficción de Richard Harding Davis en torno al londinense The Grill, el club londinense más exquisito del mundo. A juicio del Nobel, “Davis es un apasionante ejemplo del legítimo buscador de aventuras”. Podría decirte que es la razón de peso por la que meto En la niebla dentro de la mochila. Pero lo cierto es que ha sido un flechazo. Esas portadas deliciosas, tan carismáticas de Ardicia… ¡son irresistibles! Hago caso a Wilde y para librarme de la tentación, me dejo caer en esta, prometedora desde todos los flancos, novelita de detectives: la noche posterior a la gran niebla de 1897, cinco socios de The Grill tratan de reconstruir con sus respectivos testimonios las piezas de un doble asesinato. La historia es un rompecabezas con todos los ingredientes de mis caldos favoritos: una casa perdida en la bruma, un explorador del continente africano que regresa de entre los muertos, una princesa rusa con un escandaloso pasado y un resolutivo detective de Scotland Yard… Y Julio Guerrero, el editor, coloca la guinda al pastel al presentárnoslo como un ejercicio literario absolutamente adictivo que te mantiene en vilo hasta el sorprendente giro final.
B: Tengo aquí una maravilla recién llegada de Reservoir Gráfica, el sello comiquero y de novela gráfica de Penguin Random House. Si Art Spiegelman es el genio tutelar del género que ha venido a dignificar el cómic (si es que lo necesitaba) o a salvar a la novela (según se mire), este Co-Mix, retrospectiva de cómics, dibujos y bocetos, viene a ser su evangelio visual. Un gozoso repaso de su carrera, que entre el apabullante repertorio de talento esconde joyas como el facsímil de “Two-Fisted Painters”, encartado en el primer número de su revista “Raw” (1980). Me encantan las páginas dedicadas a su trabajo como consultor creativo de Topps Chewing Gum, realizando cromos y pegatinas para chicles y otros dulces. ¿Sabías que las pegatinas de La Pandilla Basura, popularizadas hace ahora treinta años, fueron concebidas por Spiegelman?
M: Más diversión y elitismo por aquí. Carta. No la mandamos, la recibimos. Y no desde Oriente sino de Kailas: el duque de Bedford, nacido en una de las familias más aristocráticas de Inglaterra, como privilegiado observador de las debilidades de sus semejantes, con todas las ventajas de ostentar un título nobiliario, nos desvela los secretos para convertirnos es unos esnobs de éxito, “partiendo del principio de que si no se es esnob no se es humano. Observaciones preliminares (en honor a Thackeray), teoría y práctica. Hilarante. Bien acompañado de las ilustraciones de Nicolás Bentley. Y con un apartado sobre las «cenas», muy apropiado para releer maliciosamente en las fechas que se avecinan. ¡A la mochila El libro de los esnobs de Kailas!
B: Mete este también: el último de los primorosos volúmenes de la Biblioteca Castro viene dedicado al Inca Garcilaso de la Vega, el primer escritor mestizo, hijo de princesa inca y conquistador extremeño. Se trata de sus Comentarios reales sobre el imperio de los Incas del antiguo Perú, en edición canónica de Andrés Soria Olmedo. Clásico inaugural de la literatura hispánica, este volumen nos viene de perilla para preparar el otro cuarto centenario de 2016: y es que el Inca, como Cervantes y Shakespeare, falleció el 23 de abril de 1616.
M: Cine, cine, cine. No puede faltarnos en fin de semana. Ni tampoco después. Te recuerdo que no nos vamos de puente por una buena causa: el próximo lunes 7 de diciembre tenemos una interesantísima convocatoria en Espacio LEER en torno al estimulante libro Fantasmas y reflejos del cine del siglo XXI de Alexander Zárate. Con el propio autor, arropado por sus incondicionales Carlos Tejeda e Israel Paredes, reflexionaremos sobre «El doble y la sombra»: proyecciones y fantasmas de la mente, confusiones entre lo real e imaginado, incertidumbres de la percepción y lo real.
B: Muy buena pinta, como todo lo que pergeña ese trío cinéfilo. Pero el caso es que yo sí me cojo puente. Y he aquí otro de los libros que me llevo: la Poesía Completa de Cavafis que recientemente ha puesto en circulación Pre-Textos en su Biblioteca de Clásicos Contemporáneos. Bellísima edición bilingüe, con traducción del griego de Juan Manuel Macías y epílogo de Vicente Fernández González. Nos vamos unos días de viaje con él bajo el brazo, aunque ya advierte el poeta que «no habrás de hallar nuevos sitios, ni encontrarás otros mares. Te seguirá la ciudad». Esperemos romper el maleficio… Espera, mira lo que he encontrado hojeando el libro. Página 296. Un poema, La Jeunesse blanche. Léelo. Es tan hermoso que no me resisto a hacer algo con él en estas ambivalentes fiestas que se avecinan… ¿Y no es órfico a su manera?
B&M #LEERsinprisa
Ilustración: “Orfeo guiando a Eurídice desde los Infiernos” (detalle), Jean-Baptiste Camille Corot, 1861.