Revista leer
Revista leer
Edición impresa

Bueno: «Nunca encontré sentido a estudiar Filosofía»

IMG_7910
Hoy GUSTAVO BUENO cum­ple 90 años y es una oca­sión inme­jo­ra­ble para res­ca­tar la visita que la pasada pri­ma­vera LEER realizó al filó­sofo rio­jano en su refu­gio de Niem­bro, en el con­cejo astu­riano de Lla­nes. La suya fue La Biblio­teca Fan­tás­tica de nues­tro número de mayo. La con­ver­sa­ción con ANA LISIS y FERNANDO PALMERO sobre los libros que ate­sora derivó hacia su etapa de estu­diante, su paso por Sala­manca, el des­cu­bri­miento de la Esco­lás­tica, las pri­me­ras lec­tu­ras e influen­cias inte­lec­tua­les, de Freud a Lin­neo pasando por Spinoza… 
 

El bos­que atlán­tico de Gus­tavo Bueno es ahora, tam­bién, el bos­que sagrado de Lla­nes, por­que esa es la eti­mo­lo­gía más pro­ba­ble de Niem­bro, como le contó a Mar­vin Harris en el verano del 85, nemus, nemo­ris, dice, bos­que con­sa­grado a alguna divi­ni­dad que remite al lago Nemis, en los mon­tes alba­nos, donde había un tem­plo dedi­cado a la diosa romana Diana, la Arte­misa griega, y que por eso le lla­ma­ban Diana Nemo­ren­sis, y así se lla­ma­rían tam­bién los habi­tan­tes del lugar, nemo­ren­ses o niem­bren­ses, y le explicó al sor­pren­dido antro­pó­logo que segu­ra­mente donde hoy se alza la igle­sia cris­tiana junto al cemen­te­rio marino, debió haber un tem­plo dedi­cado a Diana Caza­dora, y en recuerdo de aquel derruido tem­plo a la divi­ni­dad, fuese o no la his­to­ria ver­da­dera, sus hijos le rega­la­ron una figura de la diosa, con las fle­chas y el arco, como se supo­nía que iba tam­bién la arquera Arte­misa cuando salía a cazar con su her­mano Apolo, y desde enton­ces está ahí la diosa, que no es de már­mol, pero está ador­nada con una pátina de moho por la hume­dad que lo disi­mula, y que tam­poco está en un bos­que medi­te­rrá­neo sino en uno atlán­tico, entre gigan­tes­cos hele­chos mexi­ca­nos que uno de sus hijos, Álvaro, con­ser­va­dor de las colec­cio­nes botá­ni­cas del Jar­dín Atlán­tico de Gijón, ha tras­plan­tado en Niem­bro, donde con­vi­ven con el boj, con robles y enci­nas, que muy pro­ba­ble­mente cre­cían hacía siglos en estos cue­tos cos­te­ros antes de la lle­gada de los euca­lip­tos, y paseando por el bos­que con los dos filó­so­fos (padre e hijo), cre­yendo uno que lo hacía por una de esas cam­pi­ñas que aman los sabios, como decía Dió­ge­nes Laer­cio que decía Epi­curo, lle­ga­mos al final del camino, a un pro­mon­to­rio en el que hay una reja vieja que parece colo­cada a modo de púl­pito, pero que no es tal, sino que acota un pequeño espa­cio en cuyo cen­tro hay un banco de pie­dra sobre el cual, apo­yado en una tabla, con­fiesa Gus­tavo Bueno que escri­bió El mito de la cul­tura, por­que en aquel retiro podía refu­giarse del calor del verano y del ruido de los veraneantes.

Mi inte­rés de estu­diante, como ahora, no era la Filo­so­fía. Yo leía sobre todo a Freud, que se estu­diaba en Medicina

Y tras con­tar­nos esto nos lleva a su biblio­teca que afor­tu­na­da­mente no es un esta­blo con una vaca des­cuar­ti­zada como nos cuenta que hizo Des­car­tes cuando reci­bió a unos visi­tan­tes que que­rían ver sus libros, sino que nos con­duce a una estan­cia amplia, bien ilu­mi­nada y cubierta de libre­rías de madera del suelo al techo y en el cen­tro, un escri­to­rio alar­gado con un atril, como ante el que leía San Jeró­nimo en su celda, tal y como la con­ci­biera el joven Durero en su céle­bre gra­bado, aun­que no vimos por allí nin­guna vani­tas, ni nin­gún león, ni nin­guna ter­nera abierta como las que pin­ta­ría luego Fran­cis Bacon en uno de sus retra­tos de Inocen­cio X, pero esta anéc­dota car­te­siana de la vaca le sirve para ini­ciar la con­ver­sa­ción y nos mues­tra un ejem­plar de la edi­ción de 1749 (la pri­mera es de dos­cien­tos años antes) del Anto­niana Mar­ga­rita:

Gómez Pereira, un médico y filó­sofo de Medina del Campo, dice: he escrito este libro y como no sé cómo titu­larlo, teniendo en cuenta que mi padre se llama Anto­nio y madre Mar­ga­rita, lo llamo así por la causa efi­ciente. Sos­tiene una tesis revo­lu­cio­na­ria, nueva, que el hom­bre es una máquina y los ani­ma­les tam­bién, y que cuando un perro está mirando u oliendo, no mira, ni huele, decir eso sería un antro­po­mor­fismo, por­que el perro no siente, es una autó­mata que cuando recibe un estí­mulo repite un patrón de com­por­ta­miento. Reduce la bio­lo­gía a mecá­nica o a quí­mica. Los argu­men­tos de Gómez Pereira en su ‘teo­ría del auto­ma­tismo de las bes­tias’ tuvie­ron una influen­cia extra­or­di­na­ria, y Des­car­tes lo leyó segu­ra­mente pero se lo calló. Esto es mate­ria­lismo puro, aun­que Gómez Pereira par­tiese de unos prin­ci­pios espi­ri­tua­lis­tas, por­que con­cibe al hom­bre como un espí­ritu puro, ni siquiera como un ani­mal racio­nal, al modo de los esco­lás­ti­cos. Des­car­tes, cuando dice “Pienso luego existo”, está cal­cando a Gómez Pereira, que había dicho: “Todo el que conoce es. Luego, yo soy”. En el año 52 o 53, con Tru­ji­llo Marín, que estaba de pro­fe­sor en Sala­manca, hici­mos un labo­ra­to­rio de psi­co­lo­gía y fisio­lo­gía expe­ri­men­tal titu­lado Gómez Pereira, con un regla­mento y todo, era una cosa pura­mente deside­ra­tiva, quiero decir que yo el inte­rés por Gómez Pereira lo he tenido siempre».

IMG_7711
Foto­gra­fías: Ana Lisis.

 

¿Qué otras lec­tu­ras recuerda de los años que pasa en Sala­manca como cate­drá­tico de Ins­ti­tuto entre 1949 y 1960?

Sobre todo recuerdo el frío espan­toso que hacía en el Cole­gio Mayor en el que estuve hasta que me casé en el año 53. Ponía­mos un ladri­llo caliente en la habi­ta­ción por­que no tenía­mos cale­fac­ción y allí, como era grande, tenía a un lado las obras que había des­cu­bierto yo en Sala­manca, los Prin­ci­pia Mat­he­ma­tica de Ber­trand Rus­sell y las cosas de Rudolf Car­nap y del Círculo de Viena, y al otro lado los libros de Esco­lás­tica que la direc­tora de la biblio­teca, que era hija del famoso Arti­gas direc­tor de la Biblio­teca Menén­dez Pelayo, me dejaba lle­varme. Igual que cuando entras en una cate­dral y ves un armó­nium te pones a tocar a ver cómo suena, cuando vi aque­lla hilera de info­lios en la biblio­teca, por pura curio­si­dad me puse a ver lo que decían, no por­que a mí me intere­sa­sen, sino a ver qué decían aque­llos frai­les, y resulta que decían muchas cosas, suti­lí­si­mas, y eso me influyó muchí­simo y me con­vertí en un experto. Allí leí Los dones del Espí­ritu Santo de Juan de Santo Tomás, a los Conim­bri­cen­ses, los Com­plu­ten­ses, los Sal­man­ti­cen­ses… Sala­manca fue para mí, sobre todo, cono­cer la Esco­lás­tica. Es más, siem­pre he creído que lo que debía estu­diarse los pri­me­ros cur­sos en las facul­ta­des de Filo­so­fía es Esco­lás­tica en serio. La Esco­lás­tica no es más que la con­ti­nua­ción del pla­to­nismo de las escue­las grie­gas y su influen­cia, por ejem­plo en Kant, es total y no diga­mos en Hei­deg­ger. La gran con­mo­ción que pro­vocó en el año 27 cuando publicó Ser y tiempo, fue por­que la gente no sabía esco­lás­tica y esta­ban leyendo a un autor que había sido jesuita, que tenía una tesis sobre Duns Scoto y que era un esco­lás­tico de arriba abajo.

La Esco­lás­tica no es más que la con­ti­nua­ción del pla­to­nismo de las escue­las grie­gas. Su influen­cia en Kant es total, y no diga­mos en Heidegger

Ha dicho en alguna oca­sión que en Sala­manca con­ci­bió la Teo­ría del Cie­rre Cate­go­rial, ¿fue leyendo a los auto­res del Círculo de Viena?

No. En el cole­gio mayor había muchos cate­drá­ti­cos de Medi­cina, de esos que esta­ban allí un par de años y luego se mar­cha­ban, y yo iba al labo­ra­to­rio de fisio­lo­gía que había en la Facul­tad anti­gua de Medi­cina y tenía la cos­tum­bre de estu­diar los ins­tru­men­tos que uti­li­za­ban. Y allí es donde se me ocu­rrió la idea de un con­junto de ope­ra­cio­nes que había que man­te­ner­las den­tro de aquel plano sin salirse de él y que cual­quier otra ope­ra­ción externa no podía ser intro­du­cida. Fue una intui­ción, una des­crip­ción de lo que yo veía en aque­llos laboratorios.

Sus pri­me­ros libros tam­bién fue­ron de medi­cina, de la biblio­teca de su padre.

Yo estaba des­ti­nado a ser médico, toda mi fami­lia lo era, mi padre, que había sido dis­cí­pulo de Ramón y Cajal, mis abue­los materno y paterno, pero a mí me gus­taba la bio­lo­gía, que antes no exis­tía, los bió­lo­gos de enton­ces, empe­zando por Ochoa, eran todos médi­cos. Mi padre me lle­vaba a visi­tar a los enfer­mos y a ver las autop­sias y eso me entre­te­nía pero yo no que­ría estar toda la vida viendo enfer­mos. Mi inte­rés enton­ces, como ahora, no era la Filo­so­fía, para mí estu­diar Filo­so­fía era una cosa admi­nis­tra­tiva, buro­crá­tica, por­que lo que yo leía en Zara­goza en esos años, te estoy hablando del 41–42, era sobre todo a Freud, que no se estu­diaba en Filo­so­fía, sino en Medi­cina, e íba­mos a la clase de un cate­drá­tico de psi­quia­tría y nos expli­caba a Freud, a Jung y a Dar­win. En la Facul­tad de Filo­so­fía había gran­des con­tro­ver­sias con un cura que tenía un libro que se lla­maba Tole Lege y que decía que eso de que el hom­bre venía del mono eran ton­te­rías. Pero aparte de los de Medi­cina, los libros que yo leía en casa eran los que mi padre tenía escon­di­dos en un arma­rito en su des­pa­cho de la clí­nica. Cuando encon­tré la llave y lo abrí me encon­tré a Spi­noza, Anatole France, sobre todo cosas fran­ce­sas, y cosas de Dar­win. Se los sacaba, los leía y los metía otra vez. Eran libros de la juven­tud de mi padre cuando estuvo en México.

IMG_7823

 

Esa fue la pri­mera vez que leyó a Spinoza?

Yo tenía un cono­ci­miento muy mun­dano de Spi­noza, para mí era un judío que decía que Moi­sés no podía haber escrito el Pen­ta­teuco, por­que ahí se con­taba su muerte. Yo iba a misa, claro, tenía que ir por razo­nes socia­les. Cuando me mar­chaba con algu­nos ami­gos, mi madre me decía no hagas el ridículo, cosa que enton­ces me pare­cía ridí­cula pero hoy le doy la razón, tú no pue­des dejar de ir a misa donde todo el mundo va a misa, por­que haces el ridículo. Mucho más tarde, en Sala­manca, cuando con mis com­pa­ñe­ros, que tam­poco iban a misa, dis­cu­tía­mos sobre la liber­tad humana yo les decía: así como la mari­posa caligo cuando ve a un búho extiende sus alas para no ser devo­rada por los pre­da­do­res, así noso­tros exten­de­mos los bra­zos en cruz para no ser devo­ra­dos por los sacer­do­tes, pero todo esto lo hablá­ba­mos en abso­luto secreto. El que quiere ser sin­cero tiene dos opcio­nes, o bien sepa­rarse o bien des­creér­selo y man­te­ner esa doble vida, ahora hay que hacer lo mismo, aun­que dicen que esta­mos en liber­tad. Pero estaba hablando de Spi­noza. Yo iba a misa de 12, a la cate­dral de Santo Domingo de la Cal­zada, y allí lo pasaba muy bien, por­que me sen­taba en los ban­cos de la nave cen­tral, frente a un reta­blo de For­ment y leía el Tra­tado Teológico-Político que había metido en un devo­cio­na­rio muy ad hoc de mi tía Ánge­les, que era muy beata, la típica mujer sol­te­rona que tocaba muy bien el piano y que daba míti­nes de la CEDA. Y el nota­rio del pue­blo, que me miraba de reojo y veía lati­na­jos en el libro, le decía luego a mi padre: tu hijo me gusta mucho, va para cura.

Durante una tem­po­rada grande, años 40, leí muchas nove­las, sobre todo a Tho­mas Mann, pero luego me abu­rrí y ahora las aborrezco

¿Las nove­las o la poe­sía no for­ma­ron parte de su formación?

En Zara­goza era obli­ga­to­rio, no sé por qué, en los años 40–42, leer a Dos­toievski y a todos los rusos, era una moda entre los estu­dian­tes, no sé cómo sur­gió, pero cuando esta­bas hablando en un café o donde fuera, tenías que hablar de Tur­ge­niev y de Ras­kol­ni­kov, el pro­ta­go­nista de Cri­men y Cas­tigo, era como hablar ahora de Rubal­caba, así que durante una tem­po­rada grande leí muchas nove­las, sobre todo a Tho­mas Mann, pero luego me abu­rrí y ahora las abo­rrezco. Con los libros hay que tener cui­dado. Cuando se pon­dera tanto a Guten­berg habría que ver los libros que publicó en su imprenta, eran mucho peo­res que los de los esco­lás­ti­cos, la can­ti­dad de maja­de­rías que publicó. En el per­ga­mino y el papiro había que afi­nar más, por­que había que escri­bir letra por letra, pero cuando las letras las hace la máquina… La imprenta supone, pri­mero, la posi­bi­li­dad de repe­tir estu­pi­de­ces y de poner­las al mismo nivel de lo que no son estu­pi­de­ces. Y eso pasa con las nove­las de ahora. Sin embargo, es cierto que me recon­ci­lié con la novela cuando escribí una, que no lle­gué a publi­car, la rompí como he con­tado alguna vez, pero me sir­vió de mucho por­que era la pri­mera vez, desde el punto de vista lite­ra­rio, que yo empecé a pen­sar no en abs­tracto sino dra­má­ti­ca­mente, es decir, poniendo cara a las cosas, y ese fue un cam­bio muy impor­tante, para bien o para mal, pero cam­bió radi­cal­mente mi forma de enfo­car las cues­tio­nes. De poe­sía, en tiem­pos me gus­taba mucho leer a los clá­si­cos, las odas de Hora­cio, a Catulo y a Vir­gi­lio. Yo tenía ami­gos poe­tas, pero me metía mucho con ellos y con los filó­lo­gos en Sala­manca, como cuando hicie­ron pre­mio Nobel a Juan Ramón Jimé­nez y recor­da­ban eso de Dios está azul. Eso es una ton­te­ría, una idio­tez com­pleta decía yo, no está ni azul ni rojo, eso a lo sumo será un frag­mento de la polé­mica sobre si Júpi­ter era el fir­ma­mento o era una per­sona. Recuerdo un semi­na­rio de la Uni­ver­si­dad de Sala­manca donde esta­ban pon­de­rando no sé qué ima­gen de Fray Luis de León que decía que el mundo sur­gió cuando Dios estaba tocando una lira, qué bello, decían, y efec­ti­va­mente eran ver­sos muy boni­tos, pero lo bello, decía yo, está en la forma de la lira. Si dices Dios creó el mundo tocando un trom­bón, se acabó la belleza.

IMG_7802

 

¿Para usted hacer filo­so­fía ha sido hacer política?

Yo nunca he hecho filo­so­fía. Me hace mucha gra­cia cuando salen los pro­fe­so­res con pan­car­tas diciendo que sin la filo­so­fía no se puede pen­sar, hom­bre no me diga ton­te­rías. ¿Qué quie­ren decir, que noso­tros no pen­sa­mos? El pen­sa­miento no está en la filo­so­fía aca­dé­mica. Yo creo que aquí pade­ce­mos, y yo incluido, un error gre­mial. Por eso cuando Manuel Sacris­tán salió con aque­llo del papel de la Filo­so­fía yo entré al trapo por­que me pare­ció una cues­tión mal plan­teada. Yo nunca le encon­tré sen­tido a estu­diar Filo­so­fía, por­que ¿qué dice la Filo­so­fía? No dice nada, dice cues­tio­nes muy dife­ren­tes, es como la demo­cra­cia, hay muchas cla­ses de demo­cra­cia, la orgá­nica, la repre­sen­ta­tiva… Lo que lla­ma­mos Filo­so­fía es un aná­li­sis de segundo grado, pero por sí misma no tiene enti­dad nin­guna si no está sos­te­nida por los mate­ria­les que ana­liza. En cierto modo, Sacris­tán tenía unas ideas pare­ci­das, pero las dis­tor­sionó a mi jui­cio por­que no sabía nada de esco­lás­tica y creía que todo era len­guaje. Pero el prin­ci­pal error, como decía, es el gre­mial. Como ocu­rre en la tele­vi­sión, donde el público está divi­dido por espe­cia­li­da­des, aun­que esté todo lleno de impos­to­res, sobre todo en La 2, que es un nido de gente del PSOE, en las facul­ta­des son los gre­mios los que man­dan, el gre­mio de los filó­so­fos, de los paleon­tó­lo­gos, de los medie­va­lis­tas, y si no eres del gre­mio no tie­nes nada que hacer, te acu­san de intru­sismo, como cuando he dado unas con­fe­ren­cias tomando como punto de par­tida la décima edi­ción del Sis­tema Natu­ral de Lin­neo, un per­so­naje que apa­rece com­ple­ta­mente eli­mi­nado de la filo­so­fía moderna. Apa­re­cen Copér­nico, Des­car­tes, Gali­leo, luego Dar­win, pero Lin­neo nunca, lo con­si­de­ran un botá­nico, pero tiene una impor­tan­cia de pri­mer orden, por­que habla de la natu­ra­leza con tres reinos, el reino mine­ral, el vege­tal y el ani­mal y mete, por pri­mera vez, al hom­bre en el reino ani­mal. Claro eso era un escán­dalo para los car­te­sia­nos, por­que el hom­bre es espí­ritu, como decía Gómez Pereira, el de ani­mal es sim­ple­mente un traje que tiene y que lo tira cuando se cansa de él, por­que el hom­bre per­te­nece al reino de los espí­ri­tus. El embro­llo de Lin­neo es que dice que las espe­cies son eter­nas y han sido crea­das por Dios y define al hom­bre como Homo Sapiens. A mí me gusta más la defi­ni­ción de Hesíodo: “El hom­bre es un ani­mal que come pan”, por­que ¿qué es eso de Sapiens? Yo me acor­daba de Gómez Pereira, ¿la sabi­du­ría del hom­bre en qué con­siste? Yo creo que la escri­tura en la evo­lu­ción es un esta­dio mucho más impor­tante que el habla. Los chim­pan­cés, por lo menos los de Pre­mack, apren­die­ron a hablar, pero no escri­bían, de manera que la escri­tura es un cam­bio total­mente dis­tinto, que, por de pronto, nos libera de los ante­pa­sa­dos inme­dia­tos. Noso­tros sabe­mos mucho más de Tutan­ka­mon que lo que sabía Hero­doto, por ejem­plo. La escri­tura supone un cam­bio dis­tinto del modo de pen­sar, no el len­guaje, la escri­tura, cuando se empieza a saber lo que es el sujeto y el predicado.

—-&—-

Una cele­bra­ción de Bueno

La clau­sura de los Encuen­tros de Filo­so­fía que anual­mente cele­bra la Fun­da­ción Gus­tavo Bueno en su sede de Oviedo tuvie­ron este año un final emo­tivo. Tras la con­fe­ren­cia con la que Gus­tavo Bueno cerró la deci­mo­no­vena edi­ción el 12 de abril con el título El ‘Sys­tema natu­rae’ de Lin­neo y la revo­lu­ción lógica de Dar­win, se pre­sentó un libro de home­naje al cate­drá­tico emé­rito. Gus­tavo Bueno: 60 visio­nes sobre su obra es un volu­men colec­tivo edi­tado por Pen­talfa, coor­di­nado por Raúl Angulo, Rubén Franco e Iván Vélez y en el que han par­ti­ci­pado 60 per­so­nas, entre ami­gos, pro­fe­so­res, filó­so­fos e inves­ti­ga­do­res que res­pon­die­ron a tres pre­gun­tas: cómo lo cono­cie­ron, cuál de sus obras les influyó más, y cuá­les son a su enten­der las prin­ci­pa­les apor­ta­cio­nes de sus sis­tema filosófico.

FOTO PORTADA LIBROLa excusa, si es que hiciera falta alguna, es, como diría el filó­sofo, mate­rial y, por lo tanto, nece­sa­ria. Gus­tavo Bueno, nacido en Santo Domingo de la Cal­zada en 1924, cum­ple 90 años. Y por esa razón nadie ha que­rido per­derse la opor­tu­ni­dad de reco­no­cer el deter­mi­nante tra­bajo de uno de los prin­ci­pa­les filó­so­fos de nues­tra His­to­ria. Casi 50 años de edad sepa­ran al mayor, Vidal Peña (1941), del más joven de los cola­bo­ra­do­res, Julen Robledo (1988), prueba de la vita­li­dad de la obra de Bueno. Entre los par­ti­ci­pan­tes, tam­bién se encuen­tran Gabriel Albiac, Feli­cí­simo Val­buena, Fer­nando López-Laso, José Sán­chez Tor­tosa, Pedro Insua o Mon­tse­rrat Abad, entre otros. Tan intere­sante es la par­ti­ci­pa­ción de su nieto, Lino Cam­prubí, como extraña e inex­pli­ca­ble la ausen­cia de su hijo Gustavo.

Maquetación 1Una ver­sión de este artículo fue publi­cada en el número de mayo de 2014, 252, de la Revista LEER (cóm­pralo en tu quiosco, en el Quiosco Cul­tu­ral de ARCE o, mejor aún, sus­crí­bete).

Daftar Akun Togel IDN dengan Pasaran Hongkong dan Hadiah Besar

Sebagai Togel IDN kami menunjukkan bahwa pemain diundang untuk mendaftar atau membuat akun di situs kami yang dikenal sebagai IDN. IDN adalah platform yang berbasis di Indonesia atau yang secara khusus melayani pemain dari Indonesia. Proses pendaftaran di situs kami melibatkan pengisian informasi dasar dan verifikasi untuk memastikan keaslian pengguna. Togel Online menawarkan pasaran Hongkong, yang merupakan salah satu pasar togel paling populer dan terpercaya di dunia. situs kami menjanjikan hadiah yang signifikan bagi para pemenang. Hadiah besar ini bisa anda dapatkan dengan mudah.

Tentukan nomor togel Anda dengan analisis dan strategi khusus. Periksa frekuensi kemunculan nomor, hasil sebelumnya, dan pola. Gunakan rumus pribadi atau ikuti prediksi ahli. Strategi populer seperti Angka Mistik, Angka Index, dan Angka Hoki, dapat menjadi panduan dalam memilih nomor togel. cuman di Bandar Togel Terpercaya Yang akan kamu temkukan bocoran angka.

Bergabung dengan bandar togel resmi dapat membuka peluang besar bagi pemain untuk memenangkan Bo Togel Hadiah 2d 200rb di tahun 2024. Pemain dapat menikmati berbagai keuntungan, termasuk sistem pembayaran yang aman dan proses klaim kemenangan yang mudah.

Slot Gacor Gampang Menang: Rahasia di Balik Jackpot

Slot gacor adalah istilah yang sering digunakan untuk menggambarkan Slot88 yang memiliki frekuensi menang yang tinggi, membuat pemain merasa lebih beruntung saat memainkannya. Keberhasilan dalam permainan slot ini tidak hanya bergantung pada keberuntungan, tetapi juga pada pemilihan mesin yang tepat dan strategi bermain yang efektif. Banyak pemain percaya bahwa mesin yang telah memberikan kemenangan besar dalam waktu dekat mungkin lebih cenderung untuk memberikan jackpot lagi.

Bagi pemain yang ingin mendapatkan jackpot dan scatter di Mahjong Ways 2, menawarkan tips terbaik untuk meningkatkan peluang menang. Fokuslah pada simbol scatter hitam yang membuka peluang free spin dengan pengganda besar. Bermain dengan sabar dan konsisten akan membantu Anda meraih kemenangan lebih sering. Manfaatkan juga fitur auto spin dan bonus yang ditawarkan oleh Mahjong Ways slot terpercaya agar Anda dapat bermain dengan lebih efisien dan efektif.

Hanya dengan Situs Slot Depo 5k, Anda sudah bisa bergabung dalam permainan slot online yang menawarkan berbagai peluang kemenangan. Modal kecil ini memberikan Anda kesempatan untuk meraih jackpot tanpa harus merasa terbebani dengan biaya yang tinggi.

RTP Slot Gacor: Peluang Kemenangan Tinggi Setiap Hari

Memahami RTP slot gacor sangat penting untuk meningkatkan peluang menang. RTP slot gacor tertinggi hari ini menjadi panduan utama bagi pemain yang ingin memaksimalkan kemenangan mereka. RTP live slot memungkinkan pemain untuk membuat keputusan yang lebih baik saat memilih mesin slot dengan potensi pengembalian yang tinggi.

Related Links:

Togel178

Pedetogel

Sabatoto

Togel279

Togel158

Colok178

Novaslot88

Lain-Lain

Partner Links