Editar en rosa: Stonewall
Últimamente los gais leen poquísimo”, deja dicho medio en broma medio en serio Eduardo Mendicutti en el prólogo de Cómo seducir a un hetero, la primera novela de Diego Manuel Béjar. No sabemos si será cierto, pero lo que sí parece irrefutable es que la literatura actual de temática homosexual está confinada a un puñado de editoriales minoritarias en un escenario que raya la marginalidad. La reciente aparición de Dos Bigotes completa un magro panorama formado por Egales, alguna otra editorial con títulos aislados de orientación gay –la exquisita Cabaret Voltaire, por ejemplo– y Stonewall, fundada y dirigida por el citado Béjar. Todas ellas, junto con Nube Ocho, sello infantil especializado en álbumes que fomentan la igualdad y el respeto a la diferencia, serán protagonistas de la primera Feria del Libro LGTBQ de Madrid que se celebrará los días 3 y 4 de julio entre las 16 y 21 horas en el tramo peatonal de la calle Augusto Figueroa, coincidiendo con las fiestas del Orgullo Gay.
Béjar fundó Stonewall en el otoño de 2011 con la pretensión de dar voz a la cultura LGTB, de publicar literatura con un fuerte compromiso social y cultural y un enfoque que permita la identificación de los lectores con experiencias propias. “En la literatura por lo general todas las historias de amor son entre heterosexuales”, apunta. Su intención es darle la vuelta al canon y publicar literatura de temática homosexual, historias gays protagonizadas por gays pero aptas para todos los públicos.
Aunque ciertas librerías y grandes superficies tienden a clasificar este género de literatura en la sección erótica, Béjar deja claro que se trata de una deriva minoritaria en su catálogo. “De los 20 títulos que llevo publicados, sólo dos son abiertamente eróticos”: Labios de arcilla, novela de César Augusto Cair sobre un estudiante de Bellas Artes dedicado a modelarse a sí mismo prologado por Luis Antonio de Villena, y Siete tentaciones, una colección de historias escritas por seis autoras diferentes, el título de Stonewall más exitoso hasta la fecha.
Béjar cubre un amplio espectro: desde la literatura de creación pura hasta títulos más frívolos y divertidos, como su primera novela, la historia de un gay obsesionado con su quiosquero y empeñado en seducirle más allá de lo razonable; u Orgullo Z (2011), en la que su autor, Juan Flahn, imagina un holocausto zombie en Chueca poco después de las fiestas que se celebran en el barrio cada año a comienzos de julio.
¿Cuál es el estado de salud de la literatura de temática gay? A juicio de Diego Manuel Béjar, ha habido una evolución. “Antes se publicaba cualquier cosa. Ahora hay más calidad. Los personajes están más normalizados” y el resultado son obras liberadas de condicionantes propios de la segregación o la marginalidad. No obstante siguen poniéndose en circulación productos de baja calidad, abonados a un erotismo de baja estofa. En palabras del editor de Stonewall, “historias hetero amariconadas” detrás de las cuales se adivina fácilmente escritores mercenarios sin sensibilidad ni compromiso gay.
Béjar, que desde su empresa Looping Media se dedica a otras actividades, se conforma con no perder dinero con Stonewall. Su objetivo es mantenerse y “superar el chaparrón de la crisis como se pueda”. La circunstancia de su proyecto dice mucho de la delicada situación de la literatura de género, en paradójico contraste con la cada vez mayor implantación y tolerancia social hacia la realidad LGTB. De todo ello se hablará en el encuentro sobre Cultura Gay en LEER este miércoles 2 a partir de las 20 horas.