Hay algunas personas que están dispuestas a cualquier cosa por #posicionar un #contenido. Dicho esta mañana en la redacción: “¿Hacemos algo con el #blackfriday para el #LEERsinprisa?”. Silencio.
M: Sí, vale, he sido yo, ¡he sido yo! La del hashtag y venderse como Esaú por un buen plato de posicionamiento en redes. ¡Y la del #blackfriday! Era bastante predecible aunque no confesara, ¿verdad? En mi descargo, Señoría, una primera recomendación del más alto nivel. Satori hace gala de su nombre y acaba de iluminarme hacia el buen camino. Más bien, acaba de deslumbrarme desde la mesita donde me estaba esperando esta obra maestra de la filosofía samurái, oh, por primera vez íntegra y traducida del japonés: El libro de los cinco anillos, escrito por Miyamoto Musashi en el siglo XVI. La noticia estupenda es aun mejor: con este título clave del pensamiento marcial japonés, la editorial inaugura su nueva colección de Clásicos. ¿Sabes, jefe? Me agrada pensar que tuvimos la epifanía el pasado miércoles 25 de noviembre en Espacio LEER. Organizamos una conmemoración de los 45 años de la muerte de Yukio Mishima, auspiciados por Alianza: la directora editorial Valeria Ciompi (no habíamos vuelto a coincidir desde la preciosa presentación de La Diosa Blanca de Robert Graves en la librería Alberti), el editor Manuel Florentín (¡qué corta se nos hizo la charla en petit comité sobre literatura japonesa!) y el responsable de prensa Raúl Muñoz (nos resarciremos pronto del poquito tiempo que tuvimos para despachar novedades venideras). La idea nos congregó al calor de las Últimas palabras de Yukio Mishima con el japonólogo Carlos Rubio. ¡Y qué gran afluencia de público, llegaron más de sesenta personas en autocares de fuera de Madrid!
B: Viajemos también nosotros. Siguiendo, asimismo, la llamada de esta editorial. Fuera, fuera de Madrid. Más lejos. Cruzamos el charco. El alcalde de Londres –cuyo pelo platino y estudiadamente desfilado me gustaría tener– es político, pero también periodista y por ende escritor. El año pasado publicó este The Churchill Factor que presenta en español Alianza. Boris Johnson no se resigna a que, a punto de cumplirse 50 años de su muerte, Winston Churchill, el gran héroe británico del siglo XX, un “genio total” y ejemplar, esté en trance de ser olvidado por las nuevas generaciones. Y por eso se marca este ensayo vivaz que no pretende rivalizar con las grandes biografías churchillianas, sino hacer proselitismo del prócer. Y le sale muy bien.
M: Interesante. Lo compaginaré con otros menesteres. Porque el cuerpo me pide cine, cine, cine, este fin de semana. Así que, me lanzo. Lo hago con un libro que llevamos mucho tiempo esperando con impaciencia, así que lo cojo, ¡lo escondo!, antes de que se me adelante nadie en la redacción. ¡Mío! Es de la editorial Navona. ¡Tachán! Dalton Trumbo de Bruce Cook. Y éste, el momento propicio para hacerme con él, con premeditación y alevosía, y disfrutarlo, para ir calentando motores con tiempo (la película se estrenará aquí el próximo mes de enero, qué gozada poder prepararnos con tiempo, un lujo con el que muy pocas veces contamos, ay). Ah, me gusta muchísimo que la referencia cinematográfica llegue al lector, sí, pero que lo haga incorporada en el fajín, ¡eso es tener clase!
B: El 70 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial ha multiplicado las publicaciones y reediciones sobre el aspecto más sórdido y perdurable de aquel conflicto, el Holocausto. Entre ellas destaca El olvidado, la novela de Elie Wiesel que con una nueva traducción presenta ahora Plataforma. Un viaje al pasado a dos voces –la del padre judío en trance de morir que recuerda su infancia rumana, la guerra, la fundación de Israel; y la del hijo, nacido en 1948, que viaja en busca de sus raíces– que esclarece 50 años de historia.
M: ¡Más cine! Y más feliz aniversario. Veinte añitos, ahí es nada, del estreno de una película que, si bien nos dejó sin aliento a lo largo del metraje, con el final, directamente, nos hizo hiperventilar a todas las rubias que acudimos en hordas a la sala de cine o que alegremente tomamos posiciones delanteras ante el VHS, en su defecto, para ver a Brad Pitt: Seven. José Rodríguez de Tyrannosaurus Books nos envía este libro conmemorativo con reclamo, desde el prólogo (y páginas interiores con sus “Crónicas virtuales”), de Ángel Sala, director de Sitges (¡ah, algún año cumpliremos nuestro sueño de escaparnos de un cierre para cubrir el festival!), bajo la consigna de Los pecados capitales de David Fincher y un gran sello de advertencia: Please, handle with care. Fragile. Thank you). Desirée de Fez coordina este trabajo de diferentes autores (“Hacia una estética del sufrimiento” por Noel Ceballos, “Desmontando a Fincher” por Fausto Fernández, “Abandonad toda esperanza” de Daniel Ausente…) sobre este “clásico que marcó un antes y un después en el thriller desde entonces”. Y desde entonces, jefe, ¡parbleu, cómo ha degenerado el término thriller en el ámbito de la ficción! Concluyo metiendo en la mochila Fiebre (Candaya) de Matías Candeira, qué menos deferencia a un #G30LEER que, valiente, se atrevió a protagonizar la portada de febrero de LEER en un guiño divertido a la película Reality Bites. ¡Qué inquietante su presentación! Lo primero que leo, de soslayo: “no se mata al padre, se desciende dentro de él”. Sigo: “Fiebre es una meditación acerca de la pérdida, la dificultad de asimilar y reconciliarse con el dolor y la muerte y el poder redentor de la memoria y la literatura”. Culmino: “en sus territorios interiores, es también una novela mutante, negra, despiadada, fantástica”. No me hace falta más, creo que es una buena elección para #LEERsinprisa. ¡En marcha, que en #blackfriday también se pueden comprar libros!, ¿no?
B: Espera, ¡qué prisas!, que yo aún tengo espacio en la mochila. Mira, esta obra, admirable desde los versos de León Felipe del frontispicio: “Que sean todos los pueblos / y todos los huertos nuestros”. Emilio Gancedo, periodista leonés, tiene una aguda sensibilidad respecto al medio y la memoria rural, un rasgo, por otra parte, muy de su tierra. Producto de ello es Palabras mayores, un libro editado por Pepitas de calabaza que recoge su experiencia recorriendo España durante medio año charlando con personas vinculadas al medio rural nacidas antes o inmediatamente después de la Guerra Civil. Y es que lo peor del olvido del campo no es el abandono de tal o cual pueblo, sino de las personas y su recuerdo…
M: ¡Ah, que hoy es el encendido de luces navideñas, por cierto! Me llevo las Crónicas de Narnia de C.S. Lewis! No me caben las siete, hazme sitio en tu mochila, por favor…
B: De acuerdo. Tengo sitio para más, antes de marchar, ¿recuerdas que Gonzalo y Alberto, los editores de Dos Bigotes, nos venían hablando desde hace meses con indisimulado entusiasmo de este libro con que cierran su año? Pues por fin lo tenemos y la verdad es que es un caramelo desde las guardas. “Tomar la temperatura” a la cultura madrileña mirando atrás y haciendo prospección del futuro. Buscando referentes en el pasado, en la tan traída Movida, para tratar de enriquecer el presente de la capital. Un libro para gozar en contenido y formato. Y que invita –se me ocurre– a añadir nuestro propio capítulo. Sería bonito hacer un apéndice digital y participativo de este El cielo en movimiento que pudiera convertirse más adelante, por qué no, en otro libro de papel Fedrigoni, elegante y delicado, como este. Y otro volumen que como El cielo en movimiento del que antes te hablaba recrea los preciosos estampados psicodélicos de las guardas antiguas es Los difuntos de Jorge Carrión, uno de los libros más bonitos que hemos visto últimamente, que edita Aristas Martínez desde Badajoz y confecciona en Salamanca Kadmos, la imprenta de los libros de Impedimenta –nos fijamos en todo, ¿eh?–. Qué finas las ilustraciones de Celsius Pictor para esta historia entre el steampunk, el western y la filosofía, que forma parte de los ejercicios narrativos transmedia de Carrión y funciona a modo de epílogo de su trilogía Las huellas.