Octavio Terol: nuestro “cover boy” responde
Y lo es, cover boy, no por salir sino por habernos hecho la fenomenal portada del número de febrero de 2014 de LEER. Octavio se ha erigido en talentoso cartelista de cierto Madrid alternativo, autor de afiches para obras de teatro del off capitalino, cortos, documentales, fiestas y conciertos, además de deliciosas obras de fan-art y fantasías varias, como las que están disponibles en la galería virtual Atelier des Jeunes. Nuestro coordinador editorial, BORJA MARTÍNEZ, le ha sometido a un somero cuestionario cuyas respuestas os ofrecemos a continuación, convenientemente enriquecidas con tantos hipervículos como filias menciona Terol.
¿Quién es Octavio Terol?
Octavio Terol soy yo. Y empiezo así para poder seguir contestando en primera persona, y no en tercera, que me daría mucha vergüenza. Soy creativo publicitario, pero al margen de mi «profesión oficial» me gusta ilustrar y diseñar. Me definiría como alguien que evoluciona única y exclusivamente a través de sus filias.
¿Cómo surge tu vocación visual?
No quiero dejar pasar la oportunidad de soltar un tópico en este cuestionario, así que ahí va: dibujo desde pequeño, influenciado por mi abuelo, que era pintor amateur. Él me compraba cuadernos en los que empecé a dibujar a los Caballeros del Zodiaco, a hacer caricaturas de Emilio Aragón con su smokin´ y sus Converse, y a pintar la playa de Cullera (Valencia), que es dónde he pasado todos mis veranos.
¡Entre Sorolla y Telecinco! ¿De qué año eres? ¿Qué otras referencias infantiles te vienen a la cabeza así a bote pronto? Esos primeros impactos visuales son clave para definir nuestra personalidad y nuestra sensibilidad… Sobre todo para los que nos hemos criado a los pechos de la tele…
Yo soy de 1985, el año que Michael J. Fox regresa al futuro (aunque yo, claro, vi la peli unos años más tarde). Me acuerdo perfectamente de las primeras referencias televisivas por Telecinco. Ese batiburrillo de erotismo, concursos y matinales de dibujos. Y sobre todo de lo que más me acuerdo es de esconderme detrás del sofá cuando sonaba la sintonía de Twin Peaks, una serie a la que mi madre estaba enganchada. Twin Peaks ha sido clave más adelante, cuando ya la vi con consciencia. Es, sin duda, mi serie favorita. Y sí, eso, mezclado con las imitaciones que hacía mi abuelo de Sorolla, creo que conforma mi primera amalgama de referencias visuales.
¿Y ahora, cuáles son tus referentes e influencias?
Cada día que pasa descubro una referencia nueva que añado a alguno de mis tableros en Pinterest. En diseño me influencia mucho Drew Struzan, Juan Gatti, Richard Amsel, Mac, Jano, Zulueta… Pero en general me influyen todas y cada una de mis filias, cada una de las pelis, los discos, los libros, las revistas que me gustan
Ponte en plan metralleta y dime unas cuantas de cada (pelis, discos, libros, revistas).
Sufro muchísimo a la hora de hacer tops. En el momento que escribo uno ya me arrepiento. Pero mis cinco pelis favoritas serían Corazón Salvaje, Átame, Esplendor en la Hierba, Gente corriente y La Gata sobre el Tejado de Zinc. ¡Ya me estoy arrepintiendo! En cuanto a música, tengo debilidad por todo lo que han hecho Alaska y Nacho Canut, pertenezco a la iglesia wilsoniana (de Brian Wilson, líder de los Beach Boys), idolatro a los Cramps, no me gustaría morir sin ver a Bowie en concierto, y adoro a Morrissey sobre muchas cosas. Me gusta leer a Patricia Highsmith, Truman Capote, Stephen King, Tennessee Williams y muchos más. Me encantan las portadas del Interview de Warhol, del TV Guide cuando las hacía Richard Amsel. Flipo con cada Candy que saca Luis Venegas y atesoro números de una revista súper sensacionalista de los 90 que se llamaba Hablan.
¿Cómo concebiste la portada de LEER?
Cuando me propusiste hacer una composición en la que diversas figuras de la literatura se estuvieran haciendo un selfie estuvimos barajando varios nombres hasta dar con los elegidos finalmente, que creo que representan muy bien la celebridad, el ego (bien entendido) y la individualidad que define la época que estamos viviendo. Y bueno, lo de hacerse un selfie en el baño es evidente: ¡es el templo de los selfies!
Junto con los ascensores… ¡De hecho ahora que lo pienso hubiera tenido bastante gracia meter a los tres en un ascensor! La selección de personajes fue tuya, y creo que muy atinada. Pensamos en un primer momento en Umbral, Antonio Gala… Al final encontraste una combinación perfecta y muy actual. Andabas leyendo a King, ¿no?
Llevo más de lo normal y por propia voluntad con 22/11/63, el penúltimo libro de King. Me estoy obligando a no acabármelo rápidamente. Cuando llevo media hora o menos leyendo lo cierro, y espero al día siguiente. Es un libro que no quiero que acabe nunca. La que es una amante total de King es mi novia, Lourdes, que además es muy culpable de algunas (muchas) de mis referencias actuales.
BORJA MARTÍNEZ (@BorjaMzGz)