El imponente Dumas senior
En sus Memorias, Alexandre Dumas, el autor de célebres novelas como Los tres mosqueteros o El conde de Montecristo, rememora lo que hizo cuando, con apenas cuatro años, le comunicaron la muerte de su padre; que ya no volvería a verlo porque Dios se lo había llevado al cielo. La reacción del pequeño Alexandre fue coger la escopeta que su padre había prometido regalarle cuando fuese mayor y anunciar a su madre: –“¡Voy al cielo!”. –“¿Cómo que vas al cielo?”. –“Sí, déjame pasar”. –¿Y a qué vas al cielo, hijito mío?”. –“Voy a matar a Dios, que ha matado a papá”. Ocurriera exactamente así, o el recuerdo estuviese adornado con la desbordante imaginación de Dumas, la anécdota resulta tan sorprendente como impactante. Tom Reiss confiesa que fue esta emotiva y apasionada muestra de amor filial la que le impulsó a escribir El conde negro: “Si acometí el proyecto de reconstruir la vida del general Alexandre Dumas, el héroe olvidado, fue a causa de ese pasaje de las memorias de su hijo, que leí cuando niño y nunca he olvidado”.
Esa reconstrucción, merecidamente galardonada con el Premio Pulitzer de Biografía 2013, acaba de publicarse en España de la mano de la editorial Anagrama, en espléndida traducción de Daniel Najmías. El periodista norteamericano Tom Reiss se apoyó en una concienzuda investigación y un minucioso rastreo por archivos y bibliotecas públicas y privadas de Francia, donde encontró documentos hasta ahora desconocidos –incluso un manuscrito del propio biografiado– para poner negro sobre blanco la trayectoria de un personaje no solo singular sino que inspiró una de las figuras literarias más asentadas en el imaginario colectivo, como es Edmond Dantès, el conde de Montecristo, inmortalizada por Alexandre Dumas. Igualmente, en las hazañas de su padre se basan algunas de las aventuras que Dumas hace vivir a sus no menos inmortales tres mosqueteros.
El conde de Montecristo y algunas de las aventuras de los tres mosqueteros se inspiraron en las hazañas de Dumas padre
La existencia de Alex Dumas –así es como quería ser llamado– fue, ciertamente, novelesca, empezando por el hecho que Reiss considera más extraordinario: “Fue la vida de un hombre negro a finales del siglo XVIII en un mundo de blancos”. Dumas nació en la colonia azucarera Saint-Domingue –en la actualidad Haití–, en 1762, fruto de la relación entre una esclava negra y un aristócrata francés en pleitos con su familia a causa del patrimonio, que llegó a vender a su hijo como esclavo en un momento en el que necesitaba dinero, aunque después compró su libertad y se lo llevó a Francia. Allí Alex estudió esgrima, convirtiéndose en un consumado espadachín.
En el marco de la Revolución Francesa ingresó en el ejército, y, pese a su fidelidad revolucionaria, tuvo problemas en la etapa del Terror. Luego fue el primer general con sangre negra en un ejército occidental y demostró su valentía y destrezas en las tropas napoleónicas. En su participación en la campaña en Egipto se puso de relieve la animadversión de Napoleón hacia Dumas, a quien veía como un rival del que envidiaba su poderosa complexión: “De más de un metro ochenta de estatura y un físico de atleta, Alex Dumas destacaba entre la élite francesa por su apuesta presencia”, señala Reiss. Al volver a Francia desde Egipto, la embarcación naufragó y fue detenido y enclaustrado en una mazmorra de la ciudad italiana de Tarento, donde pasó numerosas calamidades y enfermó de gravedad, sospechando que el médico de la prisión le estaba administrando veneno. Solo el tesón de su mujer, Marie-Louise Labourer, consiguió que finalmente las autoridades francesas lograran su liberación. Pero los terribles años de cautiverio habían hecho gran mella en él, y tampoco su libertad supuso el fin de sus infortunios. Frente a tantos sinsabores, su hijo le resarció, si bien en el ámbito literario: “En El conde de Montecristo”, apunta Reiss, “Dumas no sólo dio al protagonista traicionado el destino de los últimos años de su padre, sino también la posibilidad de saborear, aunque sólo fuera en el marco de la ficción, una oscura especie de triunfo”.
Reiss no es novato en estas lides. Experimentado periodista que colabora en The New York Times, The Wall Street Journal y The New Yorker, entre otros medios, ha publicado Führer-Ex. Memorias de un exnazi, y El orientalista, sobre el misterioso escritor y aventurero Lev Nussimbaum, que se escondía bajo el seudónimo de Kurban Said. Ahora, con El conde negro, afianza su habilidad como autor de biografías que se leen como una absorbente novela. El volumen incluye una amplia bibliografía y gran profusión de notas, que sería muy recomendable que en posibles futuras reediciones se consignaran de la manera habitual, con llamadas en el texto, pues la forma en que aquí aparecen no facilita precisamente su consulta.
CARMEN R. SANTOS
EL CONDE NEGRO Tom Reiss Anagrama. Barcelona, 2014 591 págs. 27,90 € Una versión de este artículo aparece publicada en el número de noviembre de 2014, 257, de la edición impresa de la Revista LEER. Disponible en quioscos y librerías de toda España (¡suscríbete!).