Hace algo más de diez años, en septiembre de 2003, LEER dedicaba su portada a la literatura gay, o a lo gay y la literatura (porque ya lo dejaba dicho entonces Álvaro Pombo: “No hay una literatura homosexual, ni diferente, ni nada de eso”, sino literatura escrita por homosexuales), así como a las múltiples aproximaciones teóricas a la homosexualidad. Un número de referencia que todavía hoy permanece vigente. Mucho ha sucedido desde entonces en torno a la situación social de los individuos y colectivos homosexuales, con el momento estelar de la aprobación del matrimonio gay en España en julio de 2005.
En nuestro número del mes de junio, el 253 de LEER, y coincidiendo con el Día del Orgullo Gay que se celebra en todo el mundo el día 28, ofrecemos sin ánimo exhaustivo una colección de materiales relacionados con la cultura LGTB, siglas que designan ese colectivo heterogéneo formado por lesbiandas, gays, personas transgénero y bisexuales.
El sociólogo Javier Sáez del Álamo, autor de Teoría Queer y Psicoanálisis y referencia nacional en la materia, traza un estado de la cuestión de los movimientos y el ensayo queer en nuestro país. Las primeras evoluciones del mismo en la libertaria Barcelona de los 70 las vivió de primera mano Federico Jiménez Losantos. En 1978 entrevistó para El viejo topo a Alberto Cardín (1948–1992), uno de los principales ensayistas y activistas gay españoles, y a Biel Mesquida. Aquel texto pionero, titulado Literatura y cultura gay, tuvo una enorme repercusión que Losantos recuerda ahora para LEER.
Desde Nueva York, 45 años después de la revuelta del Stonewall Inn que fija el punto de partida y la fecha conmemorativa del Orgullo Gay, Julio Valdeón Blanco alerta de cierta marginación cultural y editorial de los escritores homosexuales, en paradójica coincidencia con la absoluta normalización social. Julio ha estado en Provincetown, la muy homo y elitista ciudad vacacional de Massachusetts donde conviven la nación puritana de los Padres Fundadores y la libérrima de la bandera arcoíris, y ha conversado con Sarah Schulman, legendaria activista de ACT UP, “la organización que volteó la conciencia de América cuando el sida era jinete del Apocalipsis”.
Asimismo, Óscar Caballero dedica su Carta desde París a uno de los últimos fenómenos editoriales en Francia. El joven Édouard Louis, 21 años, ha destapado la homofobia latente en la Francia profunda con su novela En finir avec Eddy Bellegueule –algo así como Terminemos con Eduardito Bonito de Cara–, “la historia de un crío de pueblo cuyos modales afeminados lo convierten en destinatario de burlas y humillaciones”.
Al Parnaso francés pertenece otro autor homosexual, dos veces finalista del Goncourt, pero español de Enix, Almería. Fernando Palmero recuerda a uno de nuestros autores olvidados más sugerentes, Agustín Gómez Arcos, autor de una narrativa incómoda, llena de rencor, de odio… y de pornografía homosexual. Su obra, gran parte de ella escrita en francés, ha sido traducida y exquisitamente editada gracias a Cabaret Voltaire (María República es su último título).
Ada del Moral glosa dos figuras de su predilección, distantes en el tiempo y en su arte pero unidas por su patria común, Estados Unidos, y la heterodoxia sexual: la fascinante Poppy Z. Brite –El arte más íntimo, Mondadori–, que en 2010 comenzó un programa de reasignación de sexo para convertirse en Billy Martín… y dejar de escribir; y el gran Walt Whitman, “el bardo que superó la métrica, el padre del verso libre, el patriarca de hippies y nudistas, el devoto del hombre y la mujer, el sumo sacerdote de la libertad y el hedonismo”.
De nuevo Ada traza semblanza del “santo de las mariquitas malas”, Lord Alfred Douglas, fáunulo fatal, camino de perdición de Oscar Wilde, a quien Víctor Márquez Reviriego somete a su magistral Auténtica Entrevista Falsa de este mes. “Soy un griego nacido a destiempo”, cuenta Wilde a Víctor en el Hotel d’Alsace de París. “Eso que los bienpensantes llaman vicio, lo tuvieron como yo Alejandro y César, Shakespeare y Miguel Ángel”.
Otra de las secciones habituales de LEER, Las Bibliotecas Fantásticas, también se ajusta a nuestra cover visitando a Luis Antonio de Villena, poeta, novelista, ensayista, crítico y traductor, autor de una larga obra que se inauguró con el poemario Sublime Solarium, que ahora reedita Libros del Aire. Villena repasa la literatura de temática homosexual y algunas querencias personales –“Gil-Albert ha sido uno de nuestros grandes escritores homosexuales”–, y clama contra el estado actual de nuestra cultura –“el país de Cervantes tiene sin embargo un público abyecto de futboleros ordinarios que no han visto en su vida un libro ni por el forro”–.
Otra biblioteca, esta ciertamente poco convencional, en este número de LEER: la de Luis Venegas. Una de las personalidades más estimulantes del mundo de la edición visual, reconocido mundialmente con su Candy, “the first transversal style magazine”, homenaje a esa irresistible y universal pulsión de vestirnos de lo que no somos o de lo que nos gustaría ser. Con Venegas hablamos de su trabajo y de sus muchas y voluminosas lecturas, de los clásicos griegos a los rusos pasando por Dickens y Galdós.
Y hablando de cultura visual (aparte del magnífico reportaje de Ana Merino sobre cómic underground LGTB), nuestra portada por delante, firmada por Paco y Manolo, pareja de fotógrafos barceloneses referencia del homoerotismo, que han conseguido crear su propia marca a través de los naturalistas desnudos masculinos que publican especialmente en su fanzine Kink, que acaba de alcanzar su vigésima entrega. Con ellos hemos trabajado estado y charlado; y ya son amigos.
Son algunos de los temas de este orgulloso número de LEER, que en breve estará en quioscos, librerías (buscadnos en la Berkana de Mili Hernández, adonde nos acercamos con Eduardo Mendicutti en la nueva sección de LEER, El Escritor y su Librero) y en el Quiosco Cultural de ARCE (también puedes suscribirte), y que a lo largo del mes crecerá con contenidos extra en nuestra web.