Revista leer
Revista leer
Edición impresaUn libro al día

De un mundo que se extingue

Que un libro alcance a dibu­jar el plano com­pleto del mundo en el cual nace y del cual da cuenta, es un pequeño mila­gro. Sucede a veces. Y no siem­pre es fácil per­ci­bir la enti­dad de lo que pone en juego. Por­que en esa enti­dad somos noso­tros mis­mos el envite. Y el pre­sente no es casi nunca dema­siado agra­da­ble de contemplar.

Este­ban Her­nán­dez acaba de publi­car El fin de la clase media. Es uno de esos libros ante los cua­les el lec­tor siente el desa­so­siego de haber sabido siem­pre que era así. Y de no haberse atre­vido a decirlo, hasta que el autor se lo ha impuesto con una lógica clara, irre­fu­ta­ble. La cons­tan­cia de que un fin de época se ha pro­du­cido ya, que es irre­ver­si­ble y que no tene­mos ni la más remota idea de lo que va a seguir ahora se deduce de las casi cua­tro­cien­tas pági­nas de este estu­dio con una pul­cri­tud argu­men­ta­tiva que asusta. Y con esa angus­tia mate­má­tica que sólo pone la frial­dad minu­ciosa en el aná­li­sis. “No empecé a escri­bir este libro para demos­trar una tesis, sino para tra­tar de enten­der una reali­dad esquiva”, arranca Este­ban Her­nán­dez. Y esa apuesta ini­cial atra­viesa todo su libro. Y le da una dimen­sión de rigor inte­lec­tual –y tam­bién esté­tico– poco común en nues­tra ensa­yís­tica: la de aquel que se juega la vida en lo que escribe.

No, no habla de la cri­sis. No habla de cri­sis. Las cri­sis son el meca­nismo regu­la­to­rio de las socie­da­des capi­ta­lis­tas desde que exis­ten. Nada cie­rran. Son aque­llas vál­vu­las de segu­ri­dad que Marx ha des­crito inme­jo­ra­ble­mente en el libro III del Capi­tal. Lo de ahora, nos dice Este­ban Her­nán­dez, no se ajusta a la metá­fora cíclica. No es un momento más o menos largo de onda a la baja, al cual seguirá, como siem­pre, la redis­tri­bu­ción de capi­tal sobre la cual se ini­cie un nuevo ciclo de ascenso. Lo de ahora es algo que cie­rra el período his­tó­rico abierto por la revo­lu­ción indus­trial, con una nueva revo­lu­ción tec­no­ló­gica tras la cual nada del mundo que hemos vivido en los tres últi­mos siglos ser­virá ya para nada. No, como des­me­nuza el arran­que de este El fin de la clase media, “no está­ba­mos pre­pa­ra­dos para esto”.

No, la cla­ses medias no atra­vie­san un mal momento. Des­a­pa­re­cen. Ya. Queda un mundo abierto a los pata­nes con ingenio.

El pre­sente es un muro, sobre todo, para aquel sec­tor de asa­la­ria­dos que, a lo largo del siglo pasado con­fi­gu­ra­ron el área pri­vi­le­giada de la pro­duc­ción capi­ta­lista en los paí­ses desa­rro­lla­dos: los posee­do­res de sabe­res y maes­trías gene­ra­dos en el sagrado recinto de las uni­ver­si­da­des. A ésos ha barrido del mer­cado ya la cri­sis. Para esos no hay hori­zonte alguno de retorno. La revo­lu­ción tec­no­ló­gica los hace masi­va­mente exce­den­ta­rios. Para siem­pre. Viven el tiempo de su extin­ción sin espe­ranza. Son cul­tos. Hablan de cine, de música. Algu­nos hasta saben leer. Y están muer­tos. “No es nada infre­cuente encon­trar en entor­nos urba­nos per­so­nas de 40 años que se ven obli­ga­das a vivir en la pre­ca­rie­dad, en esa inde­fi­ni­ción que sólo creía­mos pro­pia de las eda­des más jóve­nes, ni tam­poco trein­ta­ñe­ros que han lle­gado muy alto en su tra­yec­to­ria pro­fe­sio­nal, ni vidas esta­bles a los 30 y soli­ta­rias a los cin­cuenta”, anota Her­nán­dez al socaire de su con­ver­sa­ción con el músico Pat­ter­son Hood. Es el ros­tro de un mundo “que dista mucho de ser per­ci­bido como desea­ble para gran parte de sus individuos”.

No, las cla­ses medias no atra­vie­san un mal momento. Des­a­pa­re­cen. Ya. Queda un mundo abierto a los pata­nes con inge­nio. Esta­ban Her­nán­dez, al albur de la estu­penda pelí­cula de La red social, la estu­penda pelí­cula de David Fin­cher, con­tra­pone magis­tral­mente la reac­ción poé­tica de un Fran­cis Scott Fitz­ge­rald a la del mul­ti­mi­llo­na­rio imbé­cil que con­cibe ese juego infan­til a la medida de las men­tes infan­ti­les que com­po­nen nues­tro mundo ya al que lla­man Face­book: “Si Gatsby enten­día que ser millo­na­rio era la única vía de acceso al objeto de su pasión, el des­pe­chado Mark Zucker­berg de la fic­ción, que deseaba inten­sa­mente ser admi­tido en las socie­da­des de élite de su uni­ver­si­dad, enten­día que ser rico y famoso era la puerta de entrada al reco­no­ci­miento: si tenía éxito, esa mujer que le había recha­zado ten­dría que ren­dirse a sus pies, y esos millo­na­rios que se reían de él se verían obli­ga­dos a abrirle las puer­tas de los clu­bes”. No hay genio en Zucker­berg. Ni poe­sía. Sólo efi­ca­cia en el éxito. Lo que jamás tuvo Gatsby. Por­que la poe­sía está siem­pre hora­dada por una angus­tia de muerte que es la que guiará a Scott Fitz­ge­rald a una auto­des­truc­ción que no es dis­tin­gui­ble de su belleza lite­ra­ria. Y a Zucker­berg al esplen­dor bolsísitico.

Her­nán­dez va tejiendo su libro con hilos de cine, rock and roll, psi­coa­ná­li­sis, lite­ra­tura… Y recon­forta dar con una voz que con­si­gue tren­zar eso en un aná­li­sis de blin­daje impe­ne­tra­ble. Que apunta a una deses­pe­rada apuesta por la liber­tad. Esa extraña cosa de la cual nos es ya tan difí­cil hablar aun en metá­fo­ras. “Cada vez se nos hace más patente que nos aden­tra­mos en lo des­co­no­cido, por lo que deman­da­mos un nuevo manual de ins­truc­cio­nes”, acaba este réquiem por las cla­ses medias de Este­ban Her­nán­dez. Pero no hay manual para eso. Y acaba nues­tro mundo.

GABRIEL ALBIAC

tapafinclasemediaEL FIN DE LA CLASE MEDIA
Este­ban Hernández
Clave Inte­lec­tual. Madrid, 2014
392 pági­nas. 19 euros
 
Una ver­sión de este artículo apa­rece publi­cada en el número de noviem­bre de 2014, 257, de la edi­ción impresa de la Revista LEER. Dispo­ni­ble en quios­cos y libre­rías de toda España (¡sus­crí­bete!).

Daftar Akun Togel IDN dengan Pasaran Hongkong dan Hadiah Besar

Sebagai Togel IDN kami menunjukkan bahwa pemain diundang untuk mendaftar atau membuat akun di situs kami yang dikenal sebagai IDN. IDN adalah platform yang berbasis di Indonesia atau yang secara khusus melayani pemain dari Indonesia. Proses pendaftaran di situs kami melibatkan pengisian informasi dasar dan verifikasi untuk memastikan keaslian pengguna. Togel Online menawarkan pasaran Hongkong, yang merupakan salah satu pasar togel paling populer dan terpercaya di dunia. situs kami menjanjikan hadiah yang signifikan bagi para pemenang. Hadiah besar ini bisa anda dapatkan dengan mudah.

Tentukan nomor togel Anda dengan analisis dan strategi khusus. Periksa frekuensi kemunculan nomor, hasil sebelumnya, dan pola. Gunakan rumus pribadi atau ikuti prediksi ahli. Strategi populer seperti Angka Mistik, Angka Index, dan Angka Hoki, dapat menjadi panduan dalam memilih nomor togel. cuman di Bandar Togel Terpercaya Yang akan kamu temkukan bocoran angka.

Bergabung dengan bandar togel resmi dapat membuka peluang besar bagi pemain untuk memenangkan Bo Togel Hadiah 2d 200rb di tahun 2024. Pemain dapat menikmati berbagai keuntungan, termasuk sistem pembayaran yang aman dan proses klaim kemenangan yang mudah.

Slot Gacor Gampang Menang: Rahasia di Balik Jackpot

Slot gacor adalah istilah yang sering digunakan untuk menggambarkan Slot88 yang memiliki frekuensi menang yang tinggi, membuat pemain merasa lebih beruntung saat memainkannya. Keberhasilan dalam permainan slot ini tidak hanya bergantung pada keberuntungan, tetapi juga pada pemilihan mesin yang tepat dan strategi bermain yang efektif. Banyak pemain percaya bahwa mesin yang telah memberikan kemenangan besar dalam waktu dekat mungkin lebih cenderung untuk memberikan jackpot lagi.

Related Links:

Togel178

Pedetogel

Sabatoto

Togel279

Togel158

Colok178

Novaslot88

Lain-Lain

Partner Links