Felipe vi, un Rey “bueno” y “preparado”
¿Cuáles son las principales novedades de esta edición revisada?
La principal es la introducción de un prólogo que arranca con el momento de la abdicación del Rey Juan Carlos, y en el que se explica la decisión de poner de nuevo en el mercado este libro. Su contenido está plenamente vigente porque ofrece mucha información acerca de los nuevos Reyes de España, una información que no ha cambiado. El lector se va a encontrar con una minuciosa descripción de cómo son, su formación, la adaptación de la Reina al pasar a ser miembro de la Familia Real, cómo es su hogar y de qué manera transcurre su vida familiar, sus aficiones… También se da una completa visión de su trabajo, sus obligaciones como personas que encarnan a la institución de la Corona, su trato con los medios de comunicación, los resultados de los sondeos sobre la valoración de los integrantes de la Familia Real, que imagen proyectan al exterior…
¿Piensan que los nuevos Monarcas serán tan cercanos como los anteriores?
Ese es el principal reto que tienen los Reyes, establecer una cercanía con los ciudadanos, ser capaces de crear unos vínculos que recuperen la confianza, en parte perdida, por los habitantes de un país que, a pesar de ser poco monárquico, llegó a sentirse muy bien representado por Don Juan Carlos y Doña Sofía. La única razón por la que una institución esencialmente anacrónica puede sobrevivir hoy es consiguiendo estrechar unos lazos y una mutua confianza entre los Monarcas y el pueblo soberano.
¿Qué características destacarían en el Rey Felipe VI?
Su excelente preparación, que, por repetida, tendemos a minimizar. Pero es una de sus garantías de buen rendimiento en el futuro. En España nadie ha llegado a su puesto de trabajo mejor preparado que él. Luego, quienes le conocen, te cuentan cosas que nosotros, que lo hemos seguido de cerca, podemos corroborar. Te dicen, por ejemplo, que el nuevo Rey es bueno de corazón. Te añaden que, aunque de joven no lo era, es muy trabajador, muy concienzudo en sus quehaceres. Te cuentan también que tiene una enorme paciencia y un gran interés para informarse de lo que cree necesario. Y te aportan, además, un dato muy tranquilizador: tiene un amplio y asentado sentido del humor.
Una institución esencialmente anacrónica solo puede sobrevivir estrechando lazos y una mutua confianza con el pueblo soberano”
¿Y de Doña Letizia?
Quienes la conocen señalan que su rasgo principal es su afán de perfección. Nadie explica de dónde le viene esa casi obsesión, pero gracias a ella Letizia Ortiz realizó su brillante recorrido periodístico y Doña Letizia pudo cubrir con éxito diez exigentes años de Princesa de Asturias. A esto se le une que es inteligente. Y otra peculiaridad suya es que tiene un personal concepto de la justicia que determina su modo de actuar.
¿Cuáles serían los aspectos en los que la Monarquía podría mejorar?
Tiene que asumir de forma mucho más profunda el concepto de transparencia. No puede haber parcelas oscuras ni opacas en una institución que ha de ser punto de referencia para la ciudadanía y que tiene que recobrar el valor de la ejemplaridad. No puede existir ni el más mínimo tropiezo o error en este sentido porque la opinión pública no lo aceptaría. Hay un concepto que Don Felipe ya tiene grabado en su ADN por haberlo escuchado tantas veces de boca de su padre. No es otro que, a pesar de que la gente no vota al Rey, como sí pasa con los políticos, le puede «botar», es decir, echarle de su puesto. Por eso, no puede haber nada reprochable.
¿A qué retos esenciales debe enfrentarse la Corona?
El primero, desde un punto de vista político, es el desafío independentista que amenaza con llevar a cabo un referéndum ilegal en Cataluña. Aunque el Monarca no tiene poderes, ya que tiene muy limitadas sus funciones por la Constitución, Don Felipe tendrá que estudiar hacer uso de esa poder de arbitraje y moderación de las instituciones que le confiere la Carta Magna de manera sutil y discreta. También será suya, en parte, la responsabilidad de recuperar el papel de España en el escenario internacional, últimamente muy desdibujado.
CARMEN R. SANTOS
FELIPE y LETIZIA. REYES DE ESPAÑA Carmen Enríquez y Emilio Oliva Aguilar. Madrid, 2014 344 páginas. 19 eurosUna versión de este artículo ha sido publicada en el número de septiembre de 2014, 255, de la Revista LEER (cómpralo en tu quiosco y en librerías seleccionadas, o mejor aún, suscríbete).