De la desolación a la alegría
Siendo como es “El Kadish de los Huérfanos” la oración judía para los muertos no es difícil entender que Allen Ginsberg, procedencia tan hebrea como la de su conmilitón y, dicen, amor platónico Bob Dylan, quiso plantear en base a semejante título una elegía. Un poema mortuorio para su madre, Naomi, mujer progresista en tiempos revueltos, muerta en 1956, entre los fantasmas de un cerebro tan definitivamente torturado. De ahí el arranque de este libro soberbio, entre la batalla y la lírica, la épica y el corazón amortiguado, para muchos superior, aunque no tan célebre, que Aullido. Traducido al castellano, en versión muy fiable, por Rodrigo Olavarría, en él están los versículos arrebatados que Ginsberg aplicó a la madre de regreso imposible, pero también “otros poemas”, entre los que se hallan joyas de la poesía universal como “A Lindsay”, homenaje a Vachel Lindsay. Un regalo, este libro, para quienes amen los versos sin ataduras, deudores de Whitman y Rimbaud, del LSD y la dexedrina. Versos para saludar locuras que suenan a oración elegíaca pero también a la hilaridad del gas de la risa. Un poco de todo, pues, desde la desolación a la alegría.
ALICIA GONZÁLEZ

Una versión de esta reseña ha sido publicada en el número de septiembre de 2014, 255, de la Revista LEER (cómpralo en tu quiosco y en librerías seleccionadas, o mejor aún, suscríbete).
Para saber más:
- Vida de Allen Ginsberg (en inglés; Universidad de Illinois).
- Página web de The Allen Ginsberg State.
- La relación de Ginsberg y Bob Dylan en beatdom.com (en inglés).
- Ginsberg y Dylan ante la tumba de Kerouac (vídeo).
- Grabaciones de Allen Ginsberg Recordings. Noticia de la reciente reedición de su disco First Blues en efeeme.com.