Algunos buenos libros (xi)
El debut de una veterana, un manual de experiencias filosóficas, una filosofía del gusto y una historia cultural con Ferlosio de por medio.
En 2018, Christina Rosenvinge recibió el Premio Nacional de Músicas Actuales. Diez años antes había facturado Tu labio superior, su mejor disco hasta la fecha, pieza de madurez a la que llegaba la artista tras atravesar sucesivamente por las facetas de pizpireta presencia pop –cuando Álex y Christina–, cantautora folkie y diva indie. En celebración del premio y del aniversario se empezó a concebir este libro que ahora aparece, y que Rosenvinge dedica a su «amado editor», triste, recientemente fallecido, Claudio López Lamadrid. Debut cuenta con los oportunos aderezos que ahora mismo parece que tiene que tener todo libro pop para venderse bien: sólida confección, tapa dura durísima, cinta de registro, ilustraciones (a cargo de Lidia Toga) y cuatricromía a ratos. Pero este libro no hubiera precisado de manierismo alguno, más allá, si se quiere, de la preciosa foto de portada de Pablo Zamora –la autora, su piano de pared y la buena luz que entra por una buena ventana de Madrid–. A veces los mejores arreglos son los más sencillos, y este es un libro que quizá ganaría desnudo. A la francesa; a la Blanche. Cuadernos y canciones, reza el subtítulo, y es muy preciso. Porque son los cancioneros de sus discos posteriores a su separación de Álex de la Nuez precedidos de sendos textos que son contexto. Tirando del hilo de las canciones recuerda los momentos de su gestación, el proceso de grabación y en qué andaba entonces, y con quién, y si era en Madrid, en Nueva York o en Gijón. Y ayudada de algunos cuadernos de entonces ha confeccionado unas piezas sencillas, honestas y brillantes, sin énfasis ni sobreactuaciones, que son la autobiografía personal y musical de una autora excelente. Una revelación.
DEBUT
Christina Rosenvinge
Literatura Random House
«Filosofía de la experiencia de la vida»: ir de las pasiones, de las aptitudes, de las características y cualidades humanas al meollo de nuestra existencia. Es un poco el propósito de Pablo Redondo y Sebastián Salgado con este libro que es el cuarto en común de estos dos doctores en Filosofía. Después de Una historia de la filosofía para la vida cotidiana (2012), Pensar (en) imágenes: Filosofía de la publicidad y La isla de la verdad y otras metáforas en filosofía (2017), reaparecen con este En el corazón de la existencia, donde han aislado sentimientos, razones, particularidades que caracterizan la experiencia humana y reflexionan sobre ellos. Comienzan significativamente con la vergüenza, signo de la excentricidad del ser humano respecto al resto de seres vivos, que se manifiesta cuando somos conscientes de nuestra condición animal y de nuestras limitaciones. Y así continúan con el lenguaje, un don decisivo pero problemático, y el efecto terapéutico de la conversación; el aburrimiento como abismo a escala de la futilidad o acicate para mejorar la experiencia humana; la imaginación como instrumento de aproximación y de alejamiento de la realidad, de conciencia y de consuelo; el potencial positivo de una idea tradicionalmente negativa como el desarraigo; o la nueva dualidad del cuerpo, que ya no es respecto al alma sino contra el cuerpo ideal de la era de la imagen, los gimnasios y la eterna juventud. Y así desfilan la voluntad, la identidad, la conciencia del tiempo, la percepción del paisaje, la melancolía, la intimidad y la risa. O el asombro, para reparar en que una sobreexcitación del mismo, como anticipó Descartes, puede inocularnos el virus de la novedad y hoy más que nunca impedirnos profundizar en nada. Un pequeño manual de filosofía a partir de lo cotidiano que se expande gracias al sinfín de referencias de autores clásicos y contemporáneos.
EN EL CORAZÓN DE LA EXISTENCIA
Pablo Redondo y Sebastián Salgado
El Desvelo
No está entre los citados por Redondo y Salgado, aunque podría estarlo, Edmund Burke con esta Indagación que aunque ensombrecida en la trayectoria del pensador británico por su pieza más influyente, Reflexiones sobre la Revolución en Francia, contribuyó de manera decisiva a fundar el pensamiento estético moderno y que acaba de recuperar Tecnos en la colección Neometrópolis dirigida por José Jiménez con agudo estudio preliminar de Pablo Oyarzún. Que aquello de que sobre gustos no hay nada escrito es una tontería ya lo sabíamos, pero bastaría con poner sobre la mesa este ensayo de Burke para retirar para siempre de la circulación este popular desatino. Burke trata precisamente de refutar la incertidumbre del gusto y categorizar lo que parece inaprensible: las cualidades sensibles de las cosas y el efecto que causan. Partiendo de una reflexión muy personal sobre las pasiones y una exploración precisa de las propiedades de las cosas que excitan esas pasiones surge una teoría que se sustenta sobre la delimitación de lo sublime y lo bello en función, respectivamente, de la individualidad y la sociabilidad, yendo más allá del placer y el dolor como ideas simples e interdependientes. «Todo lo que resulta adecuado para excitar las ideas de dolor y peligro, es decir, todo lo que es de algún modo terrible, o se relaciona con objetos terribles, o actúa de manera análoga al terror, es una fuente de los sublime; esto es, produce la emoción más fuerte que la mente es capaz de sentir. Digo la emoción más fuerte porque estoy convencido de que las ideas de dolor son mucho más poderosas que aquellas que proceden del placer». Y de la complejidad de su análisis surgirán probablemente los sofisticados y ambivalentes placeres y artefactos artísticos del mundo contemporáneo.
INDAGACIÓN FILOSÓFICA SOBRE EL ORIGEN DE NUESTRAS IDEAS DE LO SUBLIME Y DE LO BELLO
Edmund Burke
Tecnos
En 2012 se publicaba CT o la Cultura de la Transición. Aquel libro colectivo proponía una impugnación del paradigma cultural hegemónico en España durante 35 años, en coordinación con movimientos políticos que cuestionaban lo que desde entonces se ha dado en llamar el régimen del 78. Un «interesante gesto crítico», intuitivo para lo bueno y lo malo, con «puntos ciegos» derivados de una sistematización deficiente, de «cierta inconsistencia cronológico-conceptual» y quizá de la relativa juventud de los participantes de aquel libro, que ignoraron numerosos fenómenos de gran interés que tuvieron lugar especialmente en los primeros años del post franquismo. Lo señala la profesora Carmen Peña Ardid en la introducción de una obra, esta Historia cultural de la Transición, que viene a ser una versión académica de aquel proyecto. Los silencios y reacomodos de artistas e intelectuales respecto a un pasado incómodo y la Transición como tema en la novela española contemporánea, el teatro, el cine o la televisión motivan los catorce ensayos que conforman el libro. Pocos días después de la muerte de Rafael Sánchez Ferlosio resulta oportuno destacar uno de ellos, a cargo de Carlos Femenías Ferrà, centrado en el análisis de las aportaciones de Agustín García Calvo y el propio Ferlosio al debate cívico desde las páginas de la prensa. Estrenadas las libertades políticas tocaba poner en marcha un «proyecto pedagógico» de la sociedad a través de la «facultad de la palabra», de la «razón lingüística» como medio de emancipación del ciudadano respecto a las formas anquilosadas del franquismo y a las intenciones uniformizadoras del poder por venir. Para Ferlosio, correspondía a la ciudadanía «recobrar “un sentimiento de protagonismo” y aplicar “la más constante y escrupulosa atención” a los asuntos públicos; suya es, en estrecha vecindad con el poder ejecutivo, “la responsabilidad mediata de la reflexión moral sobre las nuevas instituciones”». ¿Una utopía? Cuarenta años después, ese sueño cívico de Ferlosio sigue sin materializarse.
HISTORIA CULTURAL DE LA TRANSICIÓN
Varios autores
Libros de la Catarata