A la épica turolense de recuperar la Feria del Libro se sumó consolidarla con alegría de ventas, cariño del público y pleno en satisfacción unánime de editores, libreros y autores.
Apenas cuatro días bastaron para venderse 2.500 libros. El impacto económico para la ciudad fue de 70.000 €, y en relación a la asistencia, estimada en más de dos mil doscientas personas, se calcula una media de dos títulos vendidos por visitante. Fue todo un éxito la segunda Feria del Libro y el Cómic de Teruel (11–14 de mayo), de la que LEER es medio colaborador, no sólo avalado por lo cuantitativo sino, e igualmente importante, por lo cualitativo. Más de cuarenta autores, casi cincuenta actos, una veintena de expositores, un delicioso espacio de poesía inmediata y una exposición de ilustración fueron las convocatorias mimadas por todos los flancos, desde la organización hasta el público, asistimos a un abrumador derroche de afecto hacia el libro por doquier.
La feria fue sobresaliente por las altas ventas, el cálido ambiente y la atención desmedida por parte de los anfitriones
No se escatimaron cariños en todas las direcciones, de las casetas hacia adentro, de las casetas hacia afuera en el agradable entorno de La Glorieta, una impresión especialmente vívida en el templete central habilitado para firmas como las protagonizadas por los escritores Luis Zueco y Julio Llamazares o a pie de caseta con autoras como Virginia Aguilera, XIX Premio Francisco García Pavón, con libreros y libreras de afable trato como las responsables de la librería Senda Perruca, y divertidos editores como Raúl Herrero de Libros del Innombrable. Sin olvidar las presentaciones impecables de un veterano como Juan Bolea (Premio Letras del Mediterráneo 2015) o el tránsito incesante de personalidades carismáticas como el incombustible Ángel Petisme (Premio Miguel Labordeta 2015)
Joaquín Guillén, coordinador de la Feria del Libro y el Cómic de Teruel, corrobora a LEER que “se han superado los objetivos planteados inicialmente por la organización, el gran cartel de autores, unido a la buena respuesta de público y ventas, a pesar de enfrentarnos a dos primeros días de mal tiempo, ha servido para consolidar un proyecto de primer orden nacional”.
La fraternidad del libro
Es decir, “la feria consolida su posicionamiento basado en la cercanía y la excelencia en el trato tanto a autores como editores, libreros y público para construir una propuesta diferencial respecto a otros eventos literarios, una muestra del carácter turolense que marcará la línea de trabajo de las futuras ediciones de la feria, con el objetivo de seguir trayendo a grandes nombres de la literatura nacional e internacional”.
Se suma a tales constataciones Nacho Escuín, director de Cultura y patrimonio del Gobierno de Aragón, que también se prodigó a conciencia entre las casetas y dio muestras de pleno disfrute con los escritores invitados: “Desde el Gobierno de Aragón y el Centro del Libro Aragonés creemos, que tras ver el éxito de esta edición, la consolidación de la Feria del Libro de Teruel como el evento cultural del año en esta provincia es un hecho”.
Asegura a LEER que “Teruel, en tan sólo el plazo de dos años, está posicionándose con fuerza en el circuito de ferias nacionales, pasando de ser la única capital de provincia sin feria a una de las más prometedoras tanto en calidad, programa, atmósfera y resultados; y sin concesiones, desde nuestra institución apostamos por el fomento de la lectura, la creación, el apoyo al sector de la cultura y el libro como motor de desarrollo y dinamización de Aragón”.
A la cita no faltó Tomás Cirujeda, presidente de la Asociación Provincial de Libreros de Teruel, que se unió activamente al gozo entre libros al aire libre.
Anuncia a LEER: “Creemos que la feria es el punto de encuentro perfecto entre autores, lectores, libreros y editores, un espacio de convivencia a través de la literatura que llega a todo tipo de públicos como demuestran los lectores que se acercaron a la Glorieta y los más de seiscientos niños y niñas que pasaron por la feria, queremos darles las gracias a todos por su apoyo en la cita más importante del año de las Letras en Teruel”.
Respecto a esta edición, en nombre de la Asociación, declara: “La valoramos de manera muy positiva tanto a nivel de autores, con más de once premios nacionales, como de presentación de novedades y actividades; y la respuesta tan favorable, de Teruel a la feria, es un empuje enorme para continuar en esta dirección, que nos llevará hacia el éxito mantenido en los próximo años.”
Desde la caseta de su editorial Anorak, Sergio Navarro, presidente de la Asociación de Editores de Aragón, concluyó para LEER: “Apostamos por la Feria del libro de Teruel desde sus inicios en 2016, y si la primera edición fue buena, esta segunda no puede tener otro calificativo que sobresaliente.
El ambiente vivido, las numerosas ventas, la atención desmedida y la calidez de la feria nos lleva a un escenario muy interesante en el sector editorial aragonés, y por todo ello esperamos con ganas la edición del próximo año”.
MAICA RIVERA (@maica_rivera)
Una versión de este reportaje aparece publicada originalmente en el número de junio de 2017, 283, de la edición impresa de la Revista LEER.