Sorpresa en el II Premio Stella Maris de Biografías y Memorias. La publicación de la primera biografía completa de Vicente Aleixandre ya hubiera sido todo un acontecimiento en sí misma. Que llegase, como nos alcanza ahora, además, con material inédito, dotaría automáticamente al anuncio de un interés aun superior. Y que ésta incluyese datos de peso como la bisexualidad del Premio Nobel, podría alcanzar a calificarse como un hito cultural, lejos de cualquier morbo: acicate no sólo de una aconsejable relectura crítica de su obra en el marco de la Generación del 27 sino de una obligada revisión completa de una de las sensibilidades líricas más relevantes en la Historia de nuestras letras en toda la amplitud de sus complejos y apasionantes matices.
El impacto de todo eso es lo que hoy tenemos sobre la mesa de las redacciones de Cultura con el valor añadido de que la noticia saltó con el fallo de un galardón literario. Lo insólito adquiere tintes casi épicos. ¿Desde cuándo un premio, y más de esta naturaleza, supone tal revulsivo en el sector? El referente más cercano sería el festejo del Nadal para José C. Vales, el pasado año por estas mismas fechas invernales. Lo de ayer no fue menos estimulante. Frente a un jurado presidido por Luis Racionero y completado por Carles Geli, Ignacio Martínez de Pisón, José Carlos Somoza y la directora editorial María Borràs, ayer LEER recogió en Barcelona este anuncio de que Emilio Calderón era galardonado por la confección de La memoria de un hombre está en sus besos, la muy esperada biografía íntegra de Vicente Aleixandre que concurrió bajo el seudónimo de Andrés Acero con un original que aún no es fácil de relacionar con la firma del autor por venirle asociando espontáneamente a una bibliografía de distinto signo –en la línea ecléctica que la propia editorial describe para sí misma, parece que Calderón como escritor está dispuesto a ponerle difícil a la prensa cualquier encasillamiento-.
Esta inesperada –y creciente– envergadura del acto y las atenciones hacia su máximo protagonista no debieran mermar el interés objetivo de que también durante la jornada informativa de ayer se dio a conocer la distinción para otra obra presentada al premio: Aviones de papel. Se trata de una biografía de Antoine de Saint-Exupéry de próxima publicación, presentada por Montse Morata bajo seudónimo de Elisabeth Gaskell, de la que el jurado destacó su «interesante visión del Saint-Exupéry periodista” e, igualmente, su «documentación inédita en castellano, sobre todo de archivos de prensa franceses».
MAICA RIVERA (@maica_rivera)