Teníamos una cuenta pendiente con Juan de Dios Garduño desde hace un lustro. Ocurría que en el verano de 2009 por estas mismas fechas estivales, asistíamos al despertar del zombi patrio en la Semana Negra de Gijón. Allí conocíamos a Manel Loureiro, desencadenante del fenómeno en España con su trilogía Apocalipsis Z (Dolmen y después Plaza & Janés). Fue el comienzo de un seguimiento, exhaustivo y crítico, que emprendimos del boom editorial relacionado con los no-muertos cuyo abordaje acabamos hermanando con el de otras criaturas vecinas del museo del horror, los vampiros, desde las páginas de un vistoso reportaje de portada de LEER, un año después, en septiembre de 2010. Apenas unos meses antes, en desafortunada coincidencia con un cierre de previsiones, veía la luz Y pese a todo de la mano de Dolmen. Es decir, la obra de Garduño se nos quedaba fuera de la nómina de títulos como objeto de estudio por una mera cuestión circunstancial y fortuita. Y hasta el presente día, no habíamos tenido ocasión de resarcirnos. Pero llega la oportunidad de hacerlo. De hacerlo, además, a conciencia.
El transcurso de todo este tiempo nos ha concedido una inestimable perspectiva en panorámica. Concluimos que es ahora y no antes, justo en este punto de la literatura de género postapocalíptico y de ciclo Z, cuando las páginas de Juan de Dios Garduño están llamadas a cobrar pleno significado. Es un pálpito, tras la presentación de la nueva edición de la novela que ahora publica Stella Maris y nos llega con el anuncio del inminente estreno de su adaptación cinematográfica por Miguel Ángel Vivas. Escritor y cineasta estuvieron arropados en el acto oficial por Eduard González, director editorial de Stella Maris, y José Carlos Somoza, uno de los fichajes estrella del catálogo del sello que apadrina con plena convicción, desde hace años, la causa Garduño: «Atrás quedan los tiempos en los que los monstruos eran americanos», afirmó para abrir fuego. Lo cierto es que los cuatro convencieron de la solidez de la propuesta compartida.
Si éste se alza como un momento absolutamente propicio para la publicación de la novela con nuevos bríos es porque nos la contextualizan desde una mirada limpia, muy aperturista, que fuerza los engranajes para poner los ojos más allá del género zombi hacia –opinamos– acertados derroteros. La película llegará a la pantallas españolas el próximo 14 de agosto, guionizada por el propio director con Alberto Marini, y rodada en inglés con Matthew Fox, Jeffrey Donovan, Quinn McColgan y Clara Lago. Y promete. Las primeras imágenes que hemos tenido oportunidad de ver nos han dejado literalmente sin aliento. Y no somos un público fácil, así que, lectores y espectadores aficionados del género, parece que estaremos de enhorabuena.
Atención porque la saga de 28 (días y semanas) después podría quedarse corta ante la propuesta visual de Vivas. Apenas diez minutos han bastado para hacernos cambiar de opinión: es posible que aún no lo hayamos visto todo en esta subcultura del género. Y la proyección estadounidense de la película hace que toda ambición parezca poca.
* Foto inicio: Asís G. Ayerbe
MAICA RIVERA (@maica_rivera)