¿Qué vamos a leer en este fin de semana infernal? San Valentín se nos junta con el Carnaval. ¡Escapemos!
B: Hagámoslo con libros que entran por los ojos. Cubierta entelada color terracota, letras añiles a juego con las guardas. Como se suele decir, una “edición cuidada”. De Navona nos ha llegado, en también cuidada traducción de Enrique de Hériz, El nadador en el mar secreto, un relato de apenas 90 páginas, corto como intenso, del que conviene decir poco para no amortiguar su impacto. Sólo decir que William Kotzwinkle es un preciado secreto de las letras americanas que inaugura una nueva colección de Navona, Los Ineludibles, que con factura primorosa traerá una joya desconocida por estación.
M: “Creo que nuestro matrimonio ha llegado a su fin. Creo que quiero dejarte”, dijo ella. Capítulo 13, «Apocalipsis». La perla nos la dejaba en Madrid, a comienzos de semana, David Nicholls, el autor de One Day, el libro que vendió más de 5 millones de ejemplares antes de estrenarse en cine. Para ir preparando con alegría el Día de los Enamorados. El libro se llama Nosotros, no hay pérdida. Sigue la dinámica que marcas, brevedad e intensidad en la dosificación de la historia que trasluce, a primer vistazo, no sólo que Nicholls es guionista de cine y televisión sino también sus claras ambiciones.
B: También a principios de semana recibimos la visita de Vicente Araguas, que vino a traeros no sólo las reseñas para la revista sino también su último libro de relatos, Nos dio por llorar mientras llovía (Lastura). Reconozco en ellos, y trae 40, la prosa exquisita, las muchas lecturas y el sentido del humor que Vicente utiliza en LEER para hablar de los libros de otros, y que viene volcando en sus propias creaciones con ese inconfundible sello atlántico del que se viene empapado de su Galicia natal. Para leer con cariño y con admiración.
M: ¡Han sido días de mucho movimiento! También Ernesto Mallo estuvo en Madrid, el pasado miércoles, para impartir una charla titulada «La narración como viaje» en La Casa Encendida, ahora que Siruela acaba de publicar El comisario Lascano. Ah, es el fin de semana idóneo para atacar este volumen que reúne los tres casos del Perro Lascano, comisario de la Policía Federal Argentina, “un tipo duro, acostumbrado al trato con criminales, incluidos los de su propia institución, pero que no ha perdido la fe en los hombres y que detrás de una máscara de cinismo oculta a un romántico que suela con cambiar el mundo”.
B: En vuelo panamericano pasamos de Argentina a Honduras. Entre principios de 2012 y mediados de 2014, Alberto Arce (Gijón, 1976), fue el único corresponsal extranjero en Tegucigalpa, capital de Honduras, el país con la mayor tasa de homicidios del mundo. En Novato en nota roja (Libros del K.O.), Arce condensa las crónicas reportadas a Associated Press en la soledad gozosa –por carecer de competencia– y peligrosa –por razones obvias– de un país en permanente guerra de todos contra todos. Arce es un purasangre de la crónica, como ya demostró en Misrata Calling, y aquí le acompaña con sus tremend(ist)as ilustraciones un local de talento llamado Germán Andino.
M: Y ya con las previsiones de la próxima semana, hay que ir abordando una de las lecturas más prometedoras que tengo sobre la mesa: Contra la juventud (Galaxia Gutenberg) versa sobre “esa etapa de ensayos y errores, en la que uno solamente es el pensamiento que ocupa la mente y el corazón: la posesión amorosa, en la que los ideales se disparan hasta cotas lejanísimas y grotescas”. Recibiremos con todos los honores que se merece al autor, nuestro muy querido Pablo D´Ors, en Espacio LEER. ¡Llevaremos los deberes muy bien hechos y las páginas bien anotaditas! Regresar a su obra es siempre un gran motivo de alegría.
B: ¡Otro retorno! “Vuelve Jardiel, ya era hora”: y don Enrique interpretado por Jonathan Millán se ríe –“Jeje”– desde la portada del Pero… ¿hubo alguna vez once mil vírgenes? de Blackie Books. Qué bien que el sello prescriptor por excelencia de la juventud moderna haya hecho suya la causa de Jardiel Poncela y esté dando a conocer a una nueva generación al “monarca del humor español”. Coincide su aparición con la biografía de Jardiel que acaba de publicar Víctor Olmos con Renacimiento, Haz reír, haz reír. “Que nunca deje de volver”, desea Raúl de Blackie en el bonito tarjetón con el que acompaña esta novedad y otras dos de la división Little del sello: Ana y Froga de Anouk Ricard y Otto el perro cartero de Tor Freeman, dos preciosos álbumes infantiles para todos los públicos. Sí, claro, cómo no nos va a gustar Blackie Books.
M: Este viernes, cargadito de Blackies. Y de más Siruela y más temática de jóvenes. Porque estuvimos desayunando el lunes en el Café Gijón con Martín Casariego con motivo del lanzamiento de El juego sigue sin mí. Esta obra ganadora del Premio Café Gijón 2014 se nos presentó como “una novela de iniciación marcada por las sombras, las dudas y los secretos, sobre el paso de la adolescencia a la madurez, la familia y las nuevas formas de relación entre los jóvenes, la intensidad de una etapa tan decisiva en la vida y sobre el peso de la existencia y cómo aliviarlo”.
B: Y hay que finalizar con la autenticidad de unos versos. Poesía muy pegada a las circunstancias personales y ambientales la de Manuel Vilas en El hundimiento (Visor), XVII Premio de Poesía Generación del 27, muy gráficamente ilustrado en portada con ese Perro semihundido de Goya que espera agazapado al visitante inadvertido en la sala 67 del Prado. Abran al azar el libro de Vilas y tópense con sus emocionantes, desoladas, a veces distópicas imágenes, proyección de una crisis personal en el paisaje español de crisis concatenadas de los últimos años. Una terapia inversa y una belleza, en cualquier caso.
B&M #LEERsinprisa