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Entremeses

Treinta y un libros para agosto

PORTADAVERANO2013rec

Llega agosto, el mes esti­val por exce­len­cia en España, y desde LEER nos suma­mos al gene­ra­li­zado des­canso vaca­cio­nal bajando el pis­tón de acti­vi­dad y con­cen­trán­do­nos en la con­fec­ción de nues­tro número de sep­tiem­bre. La sec­ción Un libro al día sos­te­nida con brío por nues­tros cola­bo­ra­do­res se toma un res­piro. Ahí está para aque­llos que bus­quen una suge­ren­cia de lec­tura que lle­varse de vaca­cio­nes. Pero por si no fuera sufi­ciente ofre­ce­mos aquí una selec­ción de 31 títu­los, uno por cada día del mes; algu­nos ya rese­ña­dos en nues­tra edi­ción de papel y otros esco­gi­dos del estante de nove­da­des lle­ga­das a la redacción.

  • Fer­nando Aram­buru, Ávi­das pre­ten­sio­nes (Seix Barral). La pre­ten­sión de reunir a un grupo de poe­tas en un lugar ais­lado para que den rienda suelta a su talento poé­tico y sus male­di­cen­cias es un reto que a muchos escri­to­res se les ha pasado por la cabeza. Aram­buru, per­sona arris­cada, se ha puesto a ello y aquí está esta novela, escrita con una prosa cui­dada y rica, marca de la casa.
  • De la gene­rosa y bri­llante estirpe de periodistas/escritores ita­lia­nos del XX des­co­lla Dino Buz­zati y Gallo Nero nos lo pone a mano con El Giro de Ita­lia, el hati­llo de cró­ni­cas que hizo para el Corriere della Sera de la Corsa Rosa de 1949. Un relato memo­ra­ble de la riva­li­dad de Coppi y Bar­tali, pero tam­bién del momento his­tó­rico de la Ita­lia de posguerra.
  • Hace 20 años José Luis Garci cubrió para ABC el Mun­dial de Esta­dos Uni­dos, y entre Dallas y Chicago le salió un “die­ta­rio pla­niano, en el que funde con entu­siasmo la expe­rien­cia recreada con la nota his­tó­rica y el apunte cul­tu­ral”, en pala­bras de Jorge Bus­tos, que charló con el cineasta a pro­pó­sito de Foot-ball Days y otras taqui­car­dias Pop (Noto­rious) para el número de junio de LEER.
  • Álvaro del Amo, Crí­me­nes ilus­tra­dos (Menos­cuarto). “Si desde el punto de vista de la expo­si­ción y cum­pli­miento de las tra­mas estos cuen­tos son admi­ra­bles, tam­bién lo son en los aspec­tos del punto de vista de cada narra­dor y en la cons­truc­ción de la atmós­fera sen­ti­men­tal y moral del con­junto” (José María Merino).
  • Este año se con­me­mora el cen­te­na­rio de Tove Jans­son (1914–2001), la escri­tora e ilus­tra­dora fin­lan­desa gana­dora del pre­mio Hans Chris­tian Ander­sen y crea­dora de la fami­lia Mumin, a la que dedicó nueve libros. Ahora Siruela recu­pera las deli­cio­sas his­to­rias de estos tími­dos tro­lls blan­cos que habi­tan en los bos­ques nór­di­cos empe­zando con La gran inun­da­ción, pri­mera aven­tura de la saga, iné­dita en España.
  • Otro pre­mio Ander­sen, Sir Quen­tin Blake, el his­tó­rico ilus­tra­dor de Roald Dahl, firma las pre­cio­sas estam­pas que ilu­mi­nan la ver­sión del Cán­dido de Vol­taire reciente y pri­mo­ro­sa­mente edi­tada por Bla­ckie Books. Tres siglos y medio des­pués de ser escrito, este cuento filo­só­fico sigue siendo una obra inme­jo­ra­ble para caerse del guindo de la vida. Per­fecto para afron­tar con cri­te­rio la ren­trée de septiembre.
  • En el cen­te­na­rio de Octa­vio Paz, El poeta y la revo­lu­ción (DeBol­si­llo), el ensayo de Enri­que Krauze publi­cado ori­gi­nal­mente en su libro Reden­to­res. Ideas y poder en Amé­rica Latina (Debate, 2011), es una exce­lente puerta a la vida y la obra del Nobel mexi­cano. El obje­tivo: “No juz­garlo ni expli­carlo, sino tra­zar sus orí­ge­nes, mar­car las esta­cio­nes de su vida, (…) reivin­di­car la soli­dez inte­lec­tual y moral de sus posturas”.
  • Y sin dejar Amé­rica ni el terri­to­rio de las ideas: den­tro de su exce­lente colec­ción His­to­ria Mínima, rea­li­zada en cola­bo­ra­ción con el Cole­gio de México, Tur­ner ha publi­cado recien­te­mente His­to­ria mínima de las ideas polí­ti­cas en Amé­rica Latina, una exce­lente sín­te­sis de la argen­tina Patri­cia Funes que reco­rre las cons­tan­tes que han guiado la his­to­ria de las nacio­nes lati­noa­me­ri­ca­nas desde las inde­pen­den­cias hasta hoy.
  • Un libro muy opor­tuno para los tiem­pos que corren, cuando nue­vas for­mas de popu­lismo y el dete­rioro de los sis­te­mas de repre­sen­ta­ción ponen en cues­tión el menos malo de los regí­me­nes. En La demo­cra­cia en nueve lec­cio­nes (Trotta), nueve estu­dio­sos ita­lia­nos ofre­cen ele­men­tos para un inter­cam­bio de ideas infor­mado y medi­tado, por­que al fin y al cabo la dis­cu­sión pública de los pro­ble­mas públi­cos es la quin­tae­sen­cia de la democracia.
  • Lev Tols­tói, Rela­tos de Sevas­tó­pol (Alba). “A par­tir de su pro­pia expe­rien­cia en el sitio que sufrió la ciu­dad de Sevas­tó­pol por parte de los tur­cos y la alianza anglo-francesa en la gue­rra de Cri­mea (1853–1856), Tols­tói tras­ciende en estos rela­tos la mera cró­nica bélica para con­se­guir extra­or­di­na­rias pie­zas de narra­tiva literaria.
  • John Kee­gan, His­to­ria de la gue­rra (Tur­ner). Otro de los acier­tos a los que ya nos tiene acos­tum­bra­dos Tur­ner. Kee­gan explica la evo­lu­ción de dis­tin­tas civi­li­za­cio­nes a par­tir de su rela­ción con las armas y la gue­rra: hay diver­sas tra­di­cio­nes gue­rre­ras pero sólo una cul­tura guerrera.
  • La Gran Gue­rra viene con­ci­tando todas las aten­cio­nes con­me­mo­ra­ti­vas en este 2014, pero en 1914. El año que cam­bió la his­to­ria (Tau­rus) el his­to­ria­dor Anto­nio López Vega llama la aten­ción sobre otros muchos hitos que lo con­vier­ten en punto de infle­xión, final de un mundo viejo y arran­que del “siglo corto” que defi­niera Eric Hobs­bawm. A tra­vés de sus pági­nas el lec­tor lo reco­rrerá asom­brado mes a mes.
  • Otra gue­rra, la de Troya, es el objeto del breve ensayo de Eric H. Cline que ofrece una visión de con­junto de un epi­so­dio que ha esti­mu­lado como pocos la ima­gi­na­ción de los hom­bres desde la Anti­güe­dad. En La Gue­rra de Troya (Alianza), el his­to­ria­dor y arqueó­logo, pro­fe­sor de la Uni­ver­si­dad George Washing­ton, cruza refe­ren­cias lite­ra­rias, his­tó­ri­cas y arqueo­ló­gi­cas para poner en orden este momento este­lar de la Humanidad.
  • Los días 28 y 29 de sep­tiem­bre Nór­dica reunió en el Museo ABC de Madrid a catorce de los mejo­res ilus­tra­do­res espa­ño­les para ilu­mi­nar en directo, a lo largo de aquel fin de semana, sen­dos cuen­tos de adul­te­rio de Juan José Millás. El resul­tado en forma de libro, Infie­les y adúl­te­ros, es una obra deli­ciosa de la que su edi­tor, Diego Moreno, nos dice con humor que “con­viene tener dos ejemplares”.
  • Maxim Huerta, La noche soñada (Espasa). “Por lo que he podido ver, Maxim Huerta se lo toma en serio y sabe que hay un terri­to­rio en las afue­ras que se ali­menta de lite­ra­tura y que con­viene visi­tar de vez en cuando. Él lo hace. Y no es la pri­mera novela que escribe” (A. Loureiro).
  • Alex es un joven aris­tó­crata madri­leño tan exi­toso como abu­rrido de su ano­dina vida. Una tarde sufre una cri­sis exis­ten­cial y huye al par­que del Retiro, donde le alcanza un rayo que le man­tiene en coma dos años. Al des­per­tar ini­cia una nueva vida llena de nue­vos estí­mu­los… Pro­me­te­dor arran­que de El sueño de Álex (Suma de Letras), de José Miguel Carri­llo de Albor­noz, a la sazón viz­conde. “Alex”, ha dicho Zoe Val­dés, “es la Emma Bovary de 2014, solo que a este la vida le vuelve a dar otra oportunidad”.
  • Rafael Nadal, Días de cham­pán (Pla­neta). Nadal ha lle­vado a cabo un esplén­dido tra­bajo, novela y docu­drama, sobre una fami­lia de indus­tria­les cata­la­nes rela­cio­na­dos con lo que hoy se llama cava pero en los tiem­pos pre­té­ri­tos se cono­cía como cham­pán. El asunto va de deno­mi­na­cio­nes de origen.
  • Caba­llo de Troya, el sello de Ran­dom House diri­gido hasta comien­zos de 2014 por Cons­tan­tino Bér­tolo, ha cum­plido diez años con un pro­grama edi­to­rial cohe­rente y envi­dia­ble. En esa línea se ins­cribe El agua que falta de Noe­lia Pena (San­tiago de Com­pos­tela, 1981), un libro incla­si­fi­ca­ble que no es novela ni ensayo ni poema, pero que con­fía en que las pala­bras y la lite­ra­tura pue­den cam­biar el mundo.
  • Juan Cruz, Jaime Sali­nas. El ofi­cio de edi­tor (Alfa­guara). “A los que por edad y con­tu­ma­cia tuvi­mos oca­sión de asis­tir a un buen número de cum­plea­ños esta con­ver­sa­ción nece­sa­ria nos trae con más de 15 años de retraso la con­fir­ma­ción de muchas de nues­tras pre­vi­sio­nes” (A. Loureiro).
  • Ana Blan­diana, figura señera de la lite­ra­tura rumana y fre­cuente can­di­data al Nobel, no sólo es una escri­tora excep­cio­nal, sino una refe­ren­cia cívica de su país, opo­si­tora al régi­men de Ceau­cescu y lucha­dora por la demo­cra­cia. Ahora Pre-Textos edita con su habi­tual cali­dad Mi Patria A4, con­den­sa­ción de su poe­sía de natu­ra­leza román­tica e infle­xio­nes meta­fí­si­cas, en tra­duc­ción de Vio­rica Patea y Anto­nio Colinas.
  • Ramón Per­nas, Hotel Para­diso (Espasa). “La novela empieza con un sueño “altruista” y con­cluye en una pesa­di­lla. Per­nas regresa a Vila­ponte, ese lugar mítico del noroeste espa­ñol donde todo es posi­ble si con­viene a la his­to­ria, incluso el diá­logo con la muerte” (A. Loureiro).
  • La pasada pri­ma­vera Edaf edi­taba Min­gote reser­vado. El taller des­co­no­cido de un genio, un libro rea­li­zado por la viuda del gran artista y aca­dé­mico falle­cido en 2012, Isa­bel Vigiola, en cola­bo­ra­ción con el perio­dista Anto­nio Astorga. Un volu­men imper­di­ble que recoge obra iné­dita y cen­su­rada, boce­tos, cari­ca­tu­ras, foto­gra­fías y manus­cri­tos… Una joya que com­pleta de manera pós­tuma el acervo incon­men­su­ra­ble de Mingote.
  • Ben­ja­mín Black, La rubia de ojos negros (Alfaguara).“Nadie como él para sumir el reto de dar vida al mítico Mar­lowe. Refe­ren­cia de las letras ingle­sas como John Ban­vi­lle, uti­liza el seu­dó­nimo de Ben­ja­min Black para fir­mar sus nove­las negras, pro­ta­go­ni­zads por el forense Quirke y ambien­ta­das en el Dublín de los años 50” (Javier Morales).
  • Una de las últi­mas refe­ren­cias de Peri­fé­rica, el exqui­sito sello fun­dado en 2006 por Julián Rodrí­guez, es “uno de los tex­tos más her­mo­sos y enig­má­ti­cos del gran Tho­mas Wolfe”, en pala­bras de William Faulk­ner. El falle­ci­miento de cua­tro per­so­nas anó­ni­mas en Nueva York sir­vió a Wolfe para poner en pie Her­mana muerte, un reco­rrido alu­ci­nado por la ciu­dad impla­ca­ble post Crac del 29.
  • Ricardo Menén­dez Sal­món, Niños en el tiempo (Seix Barral). “Las tres par­tes de la novela insi­núan la evi­den­cia de que los niños, que son frá­gi­les e indes­truc­ti­bles a la vez, pues hasta cierta edad aún no tie­nen con­cien­cia de la muerte, encar­nan el vita­lismo de un modo muy seductor”.
  • Gra­cias al Dia­rio sus dos años de cau­ti­ve­rio en Ams­ter­dam, Ana Frank sobre­vi­vió en espí­ritu a la bar­ba­rie nazi que acabó con su vida en 1945. Pese a ser el artí­fice de la publi­ca­ción del mismo, su padre, Otto Frank, único super­vi­viente de la fami­lia, es el gran des­co­no­cido de aque­lla his­to­ria. Ahora, la nota­ble edi­to­rial alme­riense Con­fluen­cias publica Con­ver­sa­cio­nes con Otto Frank, una reco­pi­la­ción de entre­vis­tas con este “héroe sen­ci­llo”, en pala­bras del autor del pró­logo, Alfonso Fornieles.
  • Susan Son­tag, La con­cien­cia uncida a la carne. Dia­rios de madu­rez. 1964–1980 (Lite­ra­tura Ran­dom House).“En La con­cien­cia uncida a la carne se corro­bora que la vida no le fue leve a Son­tang, aun­que su hijo recuerda en el rólogo que en estos cua­der­nos sólo escri­bía cuando se sen­tía des­gra­ciada” (Marta Caballero).
  • Pocos auto­res como Patri­cia Highs­mith se anto­jan más pro­pi­cios para la lec­tura sola­zada y vera­niega. Apro­ve­chando el estreno reciente de la adap­ta­ción de Las dos caras de enero, Anagrama recu­pera en su colec­ción de Com­pac­tos la his­to­ria del ambi­guo trián­gulo for­mado por el joven Rydal Kee­ner, el esta­fa­dor Ches­ter Mac­Far­land y su joven esposa, la seduc­tora Colette.
  • David Shields y Shane Salerno, Salin­ger (Seix Barral). “Salin­ger se recluyó, se escon­dió, des­a­pa­re­ció. Pasa a veces con los genios. Les angus­tia la fama, el reco­no­ci­miento o el más mínimo des­pre­cio. Sien­ten vér­tigo o ago­ra­fo­bia. Este libro ras­trea todos los rin­co­nes donde pudiera haber hue­llas del escritor”.
  • No hay lugar para rela­ti­vis­mos mora­les: con su filo­so­fía del sen­tido común, Tho­mas Reid (1710–1796) fijó un mínimo común deno­mi­na­dor de enten­di­miento, innato a la natu­ra­leza humana y com­par­tido por indi­vi­duos de todas las capa­ci­da­des, desde el filó­sofo al hom­bre corriente. Estos Ensa­yos sobre los pode­res acti­vos de la mente humana edi­ta­dos por Car­los Mellizo que ahora publica Tec­nos ofre­cen una visión de con­junto de su obra.
  • Varios Auto­res, La biblio­teca del Greco (Museo del Prado). “La biblio­teca com­pone el retrato minu­cioso de un hom­bre. La de Teho­to­kó­pou­los dibuja el ros­tro del nómada que, desde su Creta natal, reco­rre una Ita­lia que es epí­tome del arte en su siglo y acaba por anclarse en el cora­zón de la España Impe­rial” (Gabriel Albiac).
PORTADAVERANO2013La ilus­tra­ción que enca­beza este texto fue rea­li­zada por David Pin­tor para la por­tada del Extra de Verano de LEER de 2013. 

 

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