La aguda crisis económica de la que España todavía trata de recuperarse ha quedado indeleblemente asociada a la construcción. La especulación de algunos promotores y agentes financieros, consentida o instigada irresponsablemente por determinadas administraciones, y alimentada por la demanda de un mercado deseoso de participar de la creciente valoración de la propiedad inmobiliaria y seducido ante los faraónicos proyectos del poder político, derivaron en la conocida burbuja, que al estallar se llevó por delante o inmovilizó para muchos años buena parte de los ahorros particulares de los españoles y debilitó hasta lo insoportable un tejido económico extremadamente dependiente del sector.
La arquitectura ha sido una de las profesiones más afectadas por este estado de cosas, y con ella industrias auxiliares que conciernen directamente al mundo del libro, como la edición especializada. Han sido años para hacer balance. No han faltado las voces críticas que han llamado a la reflexión, a no descuidar los principios éticos y estéticos que rigen el desempeño del arquitecto. Porque con demasiada frecuencia la dignidad, la calidad, la viabilidad o el rigor formal se vieron sacrificados durante la neurosis colectiva del boom.
Sobre todo ello trata el número de junio de LEER, trabado en torno a una serie de lecturas sobre arquitectura con motivo de la culminación del último gran hito edificado en Madrid, la Ciudad BBVA de Herzog & De Meuron, bautizada como la Vela por la impresión visual que ofrece su volumen en altura. La presencia tutelar de Antonio Fernández Alba, único arquitecto académico de la Lengua y propietario de la Biblioteca Fantástica de este mes, y de Eleuterio Población a través de Víctor Márquez Reviriego y su Auténtica Entrevista Falsa enriquecen el punto de vista arquitectónico de un número rematado con una bellísima y significativa coda del poeta y también arquitecto Joan Margarit.
Pero no es el único argumento de un número irremediablemente volcado en la Feria del Libro de Madrid. Cuando se cumplen dos siglos de la erupción del Tambora que ensombreció el planeta, celebramos una de las consecuencias románticas de aquel fenómeno: la reunión en Villa Diodati de los Shelley, Lord Byron y Polidori, del que surgirían dos de los más poderosos arquetipos de la modernidad: Frankenstein o el moderno Prometeo y El vampiro, tal y como documenta William Ospina en su última y reciente novela, El año del verano que nunca llegó (Literatura Random House). Jordi Corominas y Lorenzo Luengo (que nos obsequia con una traducción inédita del poema «Oscuridad», escrito por Byron en Villa Diodati) completan la aproximación de Maica Rivera a la segunda generación de románticos ingleses. Visitamos además en El Barco de Ávila a los herederos españoles de John Keats acompañados de Ángel Silvelo, autor de Los últimos pasos de John Keats (Playa de Ákaba).
Todo esto y mucho más –entrevistas, reportajes, recomendaciones y nuestras secciones habituales– en el número de junio de LEER, ya disponible en quioscos y librerías de toda España (si no la encuentras, pídela en tu establecimiento favorito, o mejor aún, suscríbete).