Saber morir para vivir mejor
El doctor italiano Gian Domenico Borasio, catedrático de Medicina Paliativa de la Universidad de Lausana, nos ofrece una obra tan interesante como necesaria acerca del tema de la muerte. No de la muerte en abstracto, sino del horizonte concreto de la muerte en nuestra sociedad. La muerte, final inevitable de la vida, provoca miedos y ansiedades que tendemos a evitar y negar. Una actitud generalizada que nos impide prepararnos para ese momento.
Borasio aboga por mejorar la calidad de vida de los pacientes en sus últimos momentos y no tratar de alargar artificialmente el proceso de morir. Ante un tema tan complejo, sus opiniones son muy claras. Enfrenta a la clase médica y a nuestra sociedad con asuntos que durante mucho tiempo se han obviado y pone en cuestión valores sociales clave sobre la vida y la muerte.
¿Qué sabemos sobre el morir? Es el interrogante inicial de Borasio, y en su opinión sabemos bastante poco. Y es una carencia clave en tanto que para ser capaces de vivir hay que ser capaces de morir. Es importante saber que si bien nuestras células tienen una gran capacidad regenerativa, también están programadas para morir y contribuir al bienestar del conjunto. La muerte celular, presente desde el origen, es necesaria para posibilitar tanto la vida como la muerte del organismo.
Lo que conduce a la muerte es la pérdida de la función de los órganos imprescindibles para la vida. Borasio cree que los procesos fisiológicos de la muerte y el nacimiento llegan a mejor término cuanto menos intervenimos en ellos. Pero en nuestra cultura se niega la muerte por edad, y médicos y familiares intentan intervenir en el proceso de la muerte natural. La propuesta del autor, no intervencionista, es acompañar física, psicológica y espiritualmente sin perturbar el proceso medicalizándolo en exceso. Y para llegar a esta actitud se hace preciso renunciar a la sensación de omnipotencia frente a la muerte alimentada por los avances científicos y médicos porque genera un sufrimiento innecesario.
La actitud general de negación de la muerte provoca ansiedad e impide prepararnos para lo inevitable
Aunque sus comentarios y su investigación sobre la situación legal y social de la cuestión se centran en Alemania, hay muchos aspectos que coinciden con la problemática en España; las reflexiones de Borasio ofrecen siempre pistas interesantes del camino a seguir. A su juicio habría que revisar la concepción de las unidades de cuidados intensivos, que siendo muy adecuadas para alargar la vida, incluso para salvarla, no lo son para un buen acompañamiento en la muerte. Desde mi experiencia no puedo más que estar plenamente de acuerdo con su planteamiento. Salí con vida y muy agradecida de mi estancia en una unidad de cuidados intensivos, pero si me hubiera tocado morir, tendría que haberlo hecho sola. Para evitar esa soledad asistida, Borasio propone la ampliación de las funciones de estas dependencias y una educación social que facilite la presencia de unidades de cuidados paliativos en casa, de manera que las personas, a la hora de morir, puedan hacerlo sin dolor y sintiéndose acompañadas y bien cuidadas.
La obra del doctor Borasio nos habla de los miedos que acompañan a la idea de la muerte, de los fantasmas que, a menudo, no responden a la realidad, así como de las necesidades más importantes en esos momentos finales. También de los temores y prejuicios existentes en torno a la clínica del dolor, la idea de que los cuidados paliativos son sinónimo de la inevitabilidad de la muerte inmediata, y de que la utilización de opiáceos puede acelerar el proceso de la muerte, que hace a muchos enfermos y familiares mostrarse muy reticentes ante una ayuda que liberaría de mucho sufrimiento y supondría un gran apoyo en el difícil proceso de acompañamiento en la enfermedad y la muerte.
Propuestas que, en definitiva, giran en torno a la constatación de que la muerte es inevitable y la concienciación para que sea un proceso vivido con serenidad y con el acompañamiento de seres queridos y personas con funciones asistenciales que traten de hacer más fácil ese tránsito.
CARMEN DURÁN
SOBRE EL BIEN MORIR Gian Domenico Borasio Plataforma. Barcelona, 2014 243 páginas. 19 euros Una versión de esta reseña ha sido publicada en el número de septiembre de 2014, 255, de la Revista LEER (cómpralo en tu quiosco y en librerías seleccionadas, o mejor aún, suscríbete).