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Campoamor, poética e insólita

Un libro recoge los ensayos literarios de la política republicana artífice del voto femenino en España.

Campoamor3_smallInauguración de las sesiones radiales del Liceo de España en Buenos Aires el 1 de Agosto 1940. Clara Campoamor aparece sentada en el extremo derecho, junto a Ramón Gómez de la Serna. De pie, en el centro de la imagen, Federico Fernández de Castillejo. / Archivo Familia Fernández de Castillejo - Fundación Santander

Clara Cam­poa­mor, la que en España se conoce mal que bien, es la sig­ni­fi­cada, apa­sio­nada y tenaz polí­tica, la defen­sora incan­sa­ble del voto feme­nino con­tra el cri­te­rio de la reac­ción y de cier­tas izquier­das en los deba­tes cons­ti­tu­yen­tes de la Segunda República.

Pero hay otra Cam­poa­mor des­co­no­cida, secreta, per­dida en la bruma sinies­tra de la Gue­rra como tan­tos espa­ño­les nota­bles aban­do­na­dos a la fata­li­dad del olvido impuesto por el exilio.

Cam­poa­mor salió de España en 1936 y tras pasar por Suiza y Fran­cia recaló en Bue­nos Aires en marzo de 1938. Comen­zaba una estan­cia de 17 años for­mando parte de la hete­ro­gé­nea comu­ni­dad de exi­lia­dos espa­ño­les en Argen­tina, muy pró­xima al círculo de Niceto Alcalá-Zamora de la mano de un dipu­tado de la dere­cha repu­bli­cana, Fede­rico Fer­nán­dez de Cas­ti­llejo, que fuera uno de los gran­des apo­yos de Cam­poa­mor en su bata­lla sufragista.

A tra­vés de aquel polí­tico cor­do­bés, su sobrina nieta, la escri­tora e inves­ti­ga­dora lite­ra­ria Bea­triz Ledesma Fer­nán­dez de Cas­ti­llejo, se entu­siasmó por la figura de Cam­poa­mor y se entregó a la inves­ti­ga­ción de su vida en el exi­lio. De la pes­quisa de sus hasta ahora prác­ti­ca­mente des­co­no­ci­dos años argen­ti­nos sur­gió su tesis doc­to­ral, y ahora el libro Del amor y otras pasio­nes, edi­tado por la colec­ción Cua­der­nos de Obra Fun­da­men­tal de la Fun­da­ción San­tan­der. Reco­pi­la­ción de artícu­los lite­ra­rios, sem­blan­zas y vidas de poe­tas publi­ca­das por Clara Cam­poa­mor en la revista argen­tina Cha­bela entre 1943 y 1945 –pre­ce­di­dos de dos entre­vis­tas publi­ca­das en la prensa argen­tina en 1932 y 1933–, que nos fran­quean el acceso a una autora sen­si­ble y eru­dita con­sa­grada a su pasión por la lite­ra­tura.

Aco­gida quizá, como otros exi­lia­dos, a la sedante segu­ri­dad de la tra­di­ción. Por­que domina el comen­ta­rio de los clá­si­cos del Siglo de Oro, de la mís­tica de San Juan de la Cruz o de la evo­lu­ción del mito de Don Juan de Tirso a Zorri­lla pasando por Espron­ceda. Ape­nas un autor espa­ñol con­tem­po­rá­neo, Manuel Machado, Manolo le llega a decir, en esta colec­ción de artícu­los; quién sabe si un par suyo en eso de andar des­co­lo­ca­dos en la bata­lla de las filia­cio­nes polí­ti­cas incon­fun­di­bles. Pero en cual­quier caso una elec­ción lla­ma­tiva que desa­fía pre­jui­cios y tópicos.

Los de Cam­poa­mor son ensa­yos lite­ra­rios acce­si­bles, divul­ga­ti­vos, pero al tiempo hon­dos y rigu­ro­sos. Y her­mo­sos en la manera entra­ña­ble en que la autora trans­mite sus per­so­na­les des­lum­bra­mien­tos lite­ra­rios. Que ofre­cen una pers­pec­tiva nove­dosa sobre esta inte­lec­tual apa­sio­nada, entre­gada en su exi­lio argen­tino, «fruc­tí­fero y feliz» en pala­bras de Bea­triz Ledesma, a su amor a la lite­ra­tura. Allí par­ti­ci­pará de los cur­sos de lite­ra­tura e his­to­ria orga­ni­za­dos por la Aso­cia­ción Patrió­tica Espa­ñola, impar­tirá con­fe­ren­cias, escri­birá sen­das bio­gra­fías de Sor Juana Inés de la Cruz, Que­vedo y Con­cep­ción Are­nal, hará tra­duc­cio­nes lite­ra­rias del fran­cés y par­ti­ci­pará en las emi­sio­nes radio­fó­ni­cas de La Voz de España con un ciclo de espa­ño­las ilus­tres. Incluso con­tri­buirá de manera sobre­sa­liente a la Revista de Juris­pru­den­cia Argen­tina.

Pese a lle­var una vida razo­na­ble­mente esta­ble en Argen­tina, per­siste en Cam­poa­mor, como en la mayo­ría de exi­lia­dos, la obse­sión del retorno. Lo intenta tres veces: en 1947, 1951 y 1953. Incluso cuando en 1955 se ins­tala en Suiza, donde falle­cerá en 1972, lo hace con la espe­ranza de entrar en España. Cuenta con el apoyo inte­rior de una autora de la con­fianza del régi­men como Con­cha Espina, que inter­cede para que decaiga el pro­ceso masó­nico que pesa con­tra ella. En un viaje a España la auto­ri­dad com­pe­tente le pro­pone la reti­rada de los car­gos a cam­bio de las opor­tu­nas dela­cio­nes de sus com­pa­ñe­ros de logia. La res­puesta de Cam­poa­mor será salir del país para no vol­ver. Lo expli­caba esta mañana Bea­triz Ledesma en la pre­sen­ta­ción del libro en la Fun­da­ción San­tan­der, donde estuvo acom­pa­ñada del direc­tor de la Colec­ción Obra Fun­da­men­tal, Javier Expó­sito Lorenzo, así como de Car­men Posa­das y Marta Robles, que invitó a leer a Cam­poa­mor como «luz y guía» para el femi­nismo de hoy.

Este Del amor y otras pasio­nes no sólo es una valiosa colec­ción de ensa­yos lite­ra­rios, pers­pi­ca­ces y mara­vi­llo­sa­mente escri­tos. Es un home­naje nece­sa­rio a una figura indis­cu­ti­ble. Memo­ria his­tó­rica de la buena.

 

23585 CUBIERTA Clara Campoamor-2

DEL AMOR Y OTRAS PASIONES
(Artícu­los lite­ra­rios)
Clara Cam­poa­mor
Cua­der­nos de Obra Fun­da­men­tal. Fun­da­ción San­tan­der. 2018

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