Llega la invitación a que nuestro continente en crisis devuelva la mirada al clásico europeo del cine de autor de los 90. Tras regresar al cine, su trilogía Tres Colores se lanza por primera vez en alta definición con un libro del escritor, crítico y exdirector de la Seminci, Fernando Lara.
El estupor ante la muerte de Krzysztof Kieslowski pronto dejaría paso a un hondo sentimiento de orfandad aquella primavera de 1996 en ese mismo público que aún hoy sigue tratando de consolarse con la idea de que el cineasta polaco de la mirada transparente y el perpetuo cigarro se marchó cuando ya lo había contado todo. Rojo (1994) fue el culmen, última enseñanza, cima poética y metafísica de un realismo que en su despedida floreció con un apoteósico canto de esperanza y que recordaremos hermanado para siempre con el poema Amor a primera vista de Wislawa Szymborska.
Las conmemoraciones por el veinte aniversario del fallecimiento del maestro europeo por parte de Wanda y Cameo no se han hecho esperar. Han incluido el destacado regreso de la trilogía Tres Colores (Azul, Blanco y Rojo) a cines escogidos y se han completado el 20 de abril con una edición especial en Blu-ray, restaurada por primera vez en alta definición que viene acompañada de un libro escrito por Fernando Lara, escritor, guionista y crítico, y antiguo director del Festival de Valladolid, que conoció personalmente a Kieślowski en 1993, con motivo de la 38 Semana de Cine de Valladolid, cuando Azul acababa de ganar el León de Oro en la Mostra de Venecia.
“Ahora urge recuperar su cine, es preciso resituarlo donde estaba en los años 90 y ponerlo en el lugar de gran valía y altura que merece”, reivindica Lara desde estas páginas. A ellas se suma la colaboración de la doctora en Comunicación Joanna Bardzińska, coordinadora del libro La doble vida de Krzysztof Kieslowski (Donostia Kultura, Filmoteca Vasca, 2015), recientemente presentado en Madrid.
MAICA RIVERA (@maica_rivera)
Una versión de este artículo fue publicado en el número de abril de 2016, 271, de la Revista LEER (cómprala, o mejor aún suscríbete).